Escribiendo las nuevas columnas para “Última Hora”, reviso todo el asunto y me doy cuenta de que hace tiempo que no las cuelgo aquí... pero para no fatigar al posible lector, postearé primero las del mes de octubre, que fueron cuatro, y dentro de unos días ya pondré las de noviembre.
-“Las obras censuradas por Facebook”: viernes, 2 de octubre de 2009.
Quedaría muy bien diciendo que el título de esta columna se me ha ocurrido a mí, pero en realidad es el de una exposición de la artista Maria D. Wasserman, creadora de unas obras desenfadadas que muestran dibujos de partes íntimas del cuerpo humano “sin que sea ofensivo, ridículo ni grotesco. Incluso a un niño le deben parecer divertidos mis cuadros”, son sus palabras textuales en declaraciones a este mismo diario. Conocí la obra de Wasserman en directo gracias a mi amigo Pako Jeremy, y puedo decir que esa descripción se ajusta perfectamente a la realidad.
Pero entonces, ¿a qué viene ese nombre para la muestra? Pues ni más ni menos que a eso, a que la artista promocionó sus obras en una página de la conocida red social, los responsables de la cual eliminaron sin contemplaciones por aquello de que podía ofender o herir sensibilidades. Este hecho ya daría por sí solo para unas cuantas columnas a favor o en contra de limitar libertades, proteger a la gente y sobre todo a los menores de la indecencia, y cosas varias de ese mismo calibre...
Y sin embargo, aunque parezca mentira, eso no es lo importante. Lo importante es que ese mismo día que la noticia se publicó en este periódico, se publicaba también unas cuantas páginas más atrás un titular que decía así: “El líder de la italiana Liga Norte se suma a un grupo de ‘Facebook’ que instiga al racismo.”. Y ahí mismo nos enterábamos de que hay una página de esa red social con 400 afiliados y el lema “Inmigrantes clandestinos: ¡tortúralos! Es legítima defensa.”, a la cual se han apuntado tanto dicho líder como su propio hijo.
Parece ser que la censura es una cosa bastante complicada de aplicar en cuanto a criterio se refiere... aunque no sólo en “Facebook”, claro.
-“Eros y discos”: jueves, 15 de octubre de 2009.
En pleno verano y en plena isla festivalera que es en la que vivimos (por mucho que algunos hablen de “isla de la calma”) se despierta uno con el “escándalo” de que en una discoteca llamada Paradies (a la cual, visto lo que voy a decir, ni mucho menos me importa hacer publicidad) se realizan espectáculos en vivo que ofrecen sexo explícito. Y como siempre, la reacción de ciertos sectores es la de rasgarse las vestiduras y acusar de todo tipo de delitos habidos y por haber, entre los que están los habituales escándalo público, prostitución, violaciones, sexo no consentido, corrupción de menores, y vaya usted a saber cuánto más...
Pero mira por dónde que es la propia policía la que desmonta esas tesis, constatando de una sola vez que: a) no hay ni un solo menor en el local (porque el control en la puerta es exhaustivo) y b) no hay NI UNA SOLA DENUNCIA por parte de ninguna chica (a los chicos, parece que nadie les preguntó) que se haya quejado de que alguien le haya obligado a hacer algo que ella no desease hacer... además de que la discoteca tiene los papeles en regla en lo que a ofrecer shows se refiere (de cuya intensidad respecto al Eros ya no hablaremos, por aquello de que nadie se pone nunca de acuerdo).
¿Y entonces, visto lo visto, qué es lo que nos queda? Un lugar donde gente adulta se reúne para divertirse a su manera, sin necesidad de dar explicaciones a nadie y haciendo algo que les gusta sin que nadie obligue a nadie a hacer nada que no desee... Y eso, justamente, es por supuesto lo que más molesta a aquellos que se escandalizan con estas cosas y que se indignan públicamente pidiendo castigo ejemplar para todos esos degenerados que no viven como ellos dictan.
-“El retiro de Claudia Schiffer”: viernes, 23 de octubre de 2009.
Claudia Schiffer, la modelo cuyo nombre era (y es) sinónimo de elegancia y hermosura, se retira. Para bien y para mal, y para casi todos (y quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra), esta mujer ha sido todo un símbolo de fantasías hechas con papel cuché (los que éramos adolescentes en la década de los 90’ todavía celebramos el acierto de aquellas imágenes robadas en las que se mostraba en todo su esplendor) que ha seguido el camino que siguen todas las modelos que se precien: primero, lolitas desenfadadas que no resistirían un examen políticamente correcto, después, jóvenes emprendedoras que tienen el mundo a sus pies, más tarde, respetables señoritas que empiezan a anunciar maquillaje contra las arrugas, y finalmente, activas y comprometidas mujeres que se retiran para dedicarse a facetas más personales.
No es un camino a criticar, los dioses nos libren, y tampoco es momento de intentar poner en un brete a la sociedad actual diciendo que es mercantilista y que trata a personas como a objetos y poco más... No, ni mucho menos: lo sorprendente, después de todo, es que a pesar de que los tiempos cambien un tanto, parece que ese camino sea único y exclusivo, y que la lógica arruga dé paso al lógico retiro, sin más. Tal vez sea pedir demasiado, pero quizás algún día tanto la propia Schiffer como sobre todo sus admiradores, comprenderán que eso de la belleza y la sensualidad es algo bastante distinto de lo que ellos piensan y que, sobre todo, no desaparece simplemente por cumplir años (que es lo que muchos creen).
Aunque, después de todo, algo sí vamos avanzando: al menos, no parece que la señorita Schiffer vaya a encerrarse en su casa el resto de su vida como hizo Marlene Dietrich cuando vio que su belleza ya no era la de antaño...
-“Sensual Valadié”: jueves, 29 de octubre de 2009.
Afortunadamente, los caminos del arte y del disfrute distan muchas veces de ser oficiales... y afortunadamente también, entre los buenos aficionados a los buenos placeres podemos conducirnos en ciertas direcciones hacia ciertos menesteres que, a pesar de sí ser oficiales, están un poco más escondidos de lo que deberían.
Es este el caso de Jean-Baptiste Valadié, artista francés nacido en 1933 que cuenta en su haber con dibujos tremendamente sensuales acerca de las mujeres y de su belleza, una belleza que él sabe plasmar como pocos en esas cuatro líneas de carboncillo tan bien trazadas y que dejan deslumbrado a cualquiera lo suficientemente sensato como para conmoverse con la geografía íntima femenina: dan fe de ello los gestos de lánguido abandono de sus modelos, las muselinas etéreas en las que van envueltas (deudoras muchas veces del arte de otros tiempos cuya máxima belleza sigue residiendo sin duda alguna en el encanto de las modelos), y sobre todo esas miradas cálidas y ensoñadoras propias de una juventud que no existe en un mundo que no existe pero que a todos nos gustaría pisar alguna vez...
Por eso, y una vez más, no tengo otro remedio que agradecer profusamente las magníficas (y sensuales) oportunidades que nos dan las nuevas tecnologías... porque personalmente, no sólo he podido acceder a la obra de este artista tan particular, sino que además he podido incluso adquirir uno de sus libros con la particularidad de que está dedicado a alguien e incluye un pequeño dibujo a bolígrafo. Cuesta creer que haya personas dispuestas a desprenderse de semejante tesoro, y cuesta más aún creer en la posibilidad de encontrar algo parecido con tanta facilidad...
Parece que, después de todo, el ser humano aún es capaz de inventar cosas que facilitan la vida en lugar de complicarla.
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