jueves, 31 de octubre de 2013

"Lewis Carroll" (Morton N. Cohen)

Como digo, el mes lleva su propio ritmo ocupacional (y no es una queja, porque las tareas van desarrollándose en orden y concierto, y a buen ritmo), y por eso las entradas son escasas... Lo cual no impide que cerremos el mes comentando una lectura que finalicé ayer mismo después de bastante tiempo con ella, ya que el presente es uno de esos libros voluntariosos que se disfrutan inmensamente pero requieren al mismo tiempo de paciencia y perseverancia, cualidades que desde luego eran gratas al representado.

Cualquiera que haya leído cualquier texto de Lewis Carroll (desde las famosas “Alicias” hasta alguna de sus cartas, pasando desde luego por el “Snark” o incluso “Silvia y Bruno”, aunque este último sea un mundo aparte) querrá saber más de la complejísima personalidad de su autor, y por eso precisamente no dudé en hacerme con esta joya (además por un módico precio en la mítica Llibreria Fiol de Palma, siendo la presente la última compra que hice allí antes de que la cerraran, snif...), que es nada menos que una biografía detalladísima del sacerdote matemático poeta fotógrafo escritor lógico y muchísimas cosas más que era aquel gran Charles Lutwidge Dodgson.

Y es que el trabajo de Cohen es impecable, tanto que sus vericuetos sociopolítico-religiosos referidos al objeto de su estudio resultan difíciles de seguir para el profano y requieren de cierta determinación lectora para ser disfrutados, lo cual desde luego ni mucho menos es una crítica sino más bien un aviso a navegantes. Sin embargo, la recompensa es inmensa al acercarnos de esa forma a un hombre torturado y consumido por sus propias ideas (cielo santo, qué época la Victoriana...), capaz de llevar a cabo tareas titánicas (útiles o inútiles, allá cada cual...), y que sobre todo nos legó un universo propio que tantísimo tiempo después nos sigue inspirando como el primer día. Sin duda, hay que darle las gracias a Cohen por haber sido capaz de convertir a Lewis Carroll en Charles Lutwidge Dodgson, y enseñarnos quién era y quién dejaba de ser.

Personalmente, tuve una temporada en la que me dediqué a coleccionar ediciones de las “Alicias” (creo que todo escritor ha pasado alguna vez por eso), y si bien he leído mucho a Charles, en mi biblioteca hay unos cuantos volúmenes de su obra que aún no he tocado, así que sería tiempo de echarles un ojo a ver qué tienen dentro. Y es que, desde luego, lo menos que ha hecho Cohen ha sido volver a despertarnos la curiosidad...

domingo, 20 de octubre de 2013

"Jimi Hendrix" (Jesús Ordovás)

Como se puede ver, las múltiples ocupaciones de estos tiempos me tienen bastante secuestrado... pero precisamente, aprovecho para liquidar asuntos como el presente, un libro de los históricos que apareció a modiquísimo precio en una tienda de segunda mano y que además de estar escrito por un locutor de radio al que profeso simpatía, trata de uno de los músicos que más me fascinan últimamente.

Ahora bien, y comparándolo con otras biografías de Jimi Hendrix, el libro como tal es bastante prescindible, y los textos son más que esclavos de su tiempo (un tiempo en el que había que fundamentar estas aficiones comparándolas a importantes movimientos sociopolíticos y blablablá), lo que los convierte en una simple (y a veces pesadita) curiosidad. Pero lo que sí es interesante son las letras de las canciones, que hablan por sí solas y describen a un músico verdaderamente sorprendente. Menos mal que hoy en día no hace falta comerse el tarro de esa forma para disfrutar de un buen disco... o de un buen libro sobre un buen músico. Que como libro es una curiosidad, vaya, pero si no les piden demasiado por él, vale la pena tenerlo.

martes, 1 de octubre de 2013

Preparados para la batalla, descorchamos octubre...

En general, los años y la experiencia me han demostrado que nunca se está del todo preparado para la batalla, y menos un perfeccionista como yo... Aunque la verdad, más que pensar en batallas o en luchas o en carreras o en competiciones (qué culpa tengo yo de que los vedas ganasen el pulso...), prefiero pensar en danzas, en fiestas, en representaciones, o en juergas, que es más lo mío. Así pues, se hace lo que se puede, y se prepara uno lo mejor que puede... aunque esta vez, las sensaciones son mejores de lo que jamás lo han sido, y eso es algo que me produce una sincera felicidad.

Es decir, volvemos a arrancar el máster (ahí estamos, yendo a las clases y tomándole el pulso al cuatrimestre, con la mirada puesta en la obra y no en el fruto), iniciamos y pulimos el doctorado (lo mismo digo), retomamos las clases de inglés (una vez más, lo mismo digo), retomamos sorprendentemente el dar clase nosotros mismos (y otra vez, lo mismo digo), y en definitiva, nos tomamos los dos meses que vienen con sano humor y entendimiento, tras el verano que me ha permitido adelantar muchos trabajos propios (que no finiquitarlos) y convencido de que la cosa no va nada mal...

Y por si eso fuera poco, por fin ya es oficial uno de mis nuevos trabajos que me está reportando toneladas de satisfacciones varias: soy colaborador on-line nada menos que de la revista “Sci-Fi World”, es decir, la mejor de todas las que existen en castellano acerca de fantasía y ciencia-ficción. Y mi tarea consiste nada menos que en comentar libros de temática fantástica (los cuales no voy a comentar aquí de nuevo, of course, así que al link me remitiré cada mes), de los que recientemente he descubierto poseo un gusto voraz (como no podía ser de otra forma, evidentemente, debido a lo que yo mismo escribo, que aunque no acaba de ser fantasía sí se le parece mucho). Curiosamente, hacía muchos años que mi apetito por la lectura no se desarrollaba de forma tan intensa, y muy muy muy contento estoy de ello... De momento, se han publicado cuatro reseñas, que se pueden leer aquí:

http://www.scifiworld.es/index.php/author/26108-hazaelgonzalez

Y mientras tanto, y como no podía ser de otra manera, seguimos escribiendo, desde luego. Octubre octubrea más que nunca...