jueves, 29 de julio de 2010

Últimas exposiciones en el Caixafórum de Palma

Durante mis años universitarios, era un asiduo a todo tipo de exposiciones, en las que aprendí muchísimas cosas acerca del arte y de mí mismo... y hoy, la verdad es que visito muy pocas, y lo hago siempre por la belleza e incluso por la nostalgia: caminar por las salas del Gran Hotel de Palma es uno de esos placeres de la vida (más bien de mi vida) difíciles de describir.

La primera que quiero comentar fue la de “Expresionistas Alemanes 1900 – 1930, Colección Kunsthalle Emden”, que fui a ver allá por marzo y como siempre me cautivó sobremanera. De los Expresionistas alemanes, siempre he tenido una cierta debilidad por los caballos de Marc (el cuadro que hay en el Thyssen de Madrid es indescriptible) y las líneas quebradas de Macke (que tanto me han ayudado en mi propia pintura), y sin duda fue eso lo que más disfruté.

La otra, que acabo de ver y estará abierta hasta el próximo 17 de octubre, es “Anglada-Camarasa, desde el dibujo”, es decir, la colección de dibujos que tiene La Caixa de este excepcional artista a quien a veces es muy difícil apreciar en su justa medida. Debemos pensar que todos necesitamos comer, y es de lo más injusto para él juzgarle por sus óleos más folklóricos cuando el grueso de su producción son alucinantes lienzos y retratos muy personales (y si alguien lo duda, que se pase por el Reina Sofía y contemple el que hay allí). Esta muestra de sus dibujos nos demuestra eso mismo: si se saben mirar, son hermosos esbozos de los que surgirán composiciones de lo más memorables. Siempre es un placer ir hasta el Caixafórum a ver sus cuadros, y más si están expuestos los realmente buenos...

martes, 27 de julio de 2010

"Antídoto" del verano: "El Viajero Perdido" (Steve Wilson)

Ya que hablábamos de Patti y de poner orden, decidí ayer ponerme con el décimo “Antídoto”, que parece que en el Ca’n Cun sigue su curso y su vida bella y diligentemente... y para ello, comentar la última lectura Star (de las que no cuentan en el cómputo anual, y por eso gracias a ellas puedo hacer trampa), que vino por sí sola y por vía paterna después de tantos años, quién iba a decirlo.

Resulta que el presente no estaba incluido en los que me legó papá, pero ya en el primer pedido que hice a Iberlibro (allá por el 2004, cuando descubrí la página y casi me muero de la emoción) lo pedí a una librería de Valencia, precisamente por aquello de que no lo tenía y costaba un euro y poco... y desde entonces, ahí estaba. Y de repente, hace un par de meses papá lo encontró en una tienda de segunda mano por un eurillo, y me lo regaló: lógicamente, ese ha sido el ejemplar que me he leído y que conservaré, y el otro, creo que se lo regalaré a mi prima Fanny, que es muy aficionada a las motos.

Porque de eso es de lo que va el libro: motos, moteros, carreteras, y ciencia-ficción futurista muy entretenida y bien contada (aunque nunca reeditado, está más que fácil de conseguir a buen precio, por si a alguien le pica la curiosidad). Sin embargo, lo que ha sido del todo imposible es averiguar quién es (o era) el tal Steve Wilson, porque no he podido encontrar ni un solo dato personal suyo. Tanto es así que la página española del ISBN tiene mal fichado el libro (bajo el título “El largo viaje”), y le atribuye al autor únicamente otro título, nada menos que “El bazar del erotismo” (del cual tampoco he encontrado absolutamente nada). A veces, los años 70’ son un pozo muy profundo...

Otra vez Patti...

De nuevo, la gran Patti Smith quiso visitar nuestra isla y ofrecernos un concierto... y de nuevo, tuve la suerte de poder asistir, recién llegado de Noruega. Lo que son las cosas: la primera vez que la vi, hace ya un par de años, fue justo el día antes de irme a Siria (con lo cual sólo pude ver uno de sus conciertos, además de ir a la rueda de prensa), y esta vez, fue justo el día después de volver...

Inolvidable, inútil cualquier cosa que pueda decir acerca de la enorme Patti. Un concierto memorable en un lugar memorable, con momentos increíbles (como cuando le grité “Wing!” y me miró, echándose a reír y moviendo las manos como si volase... y por cierto que la cantó) y canciones para el delirio. Fue un concierto muchísimo más personal que el anterior, donde no tocó ni un solo tema de “Twelve”, y sin embargo nos regaló una versión del “People who died” de Jim Carroll que ponía los pelos de punta... por no hablar de ese “Rock’n’Roll Níger” del final.

Y al día siguiente, a verla firmar en Literanta, que para algo acaba de sacar libro. Por mi parte, le llevé el “Land” que Johanna me regaló hace años, y su libro de poesía “Un Fuego de Origen Desconocido”, que tanto me ha acompañado a lo largo de mi vida. Total, la vez anterior ya me había firmado el “Horses” en vinilo, así que lo demás que me firmase esta vez iba a ser un extra...

En el concierto, nos dijo que cuando se hundía y deprimía, se acordaba de nosotros, y eso le daba fuerzas... Algunos, cuando estamos bajos, nos acordamos de ti, Patti, y eso también nos da fuerzas a nosotros. Vuelve pronto, guapa...

Qué hermoso queda así un disco que significa tanto y que me ha acompañado tanto...

miércoles, 21 de julio de 2010

Libro de julio: "El Fin de la Tercera Edad" (Christopher Tolkien)

A duras penas voy consiguiendo contenerme y cumplir el objetivo de leer únicamente un libro al mes, a pesar de las trampas (que las hago, como no podía ser de otra manera) y de las obligaciones laborales... De momento, me llevé al último viaje a Barcelona uno pendiente hacía ya tiempo: “El Fin de la Tercera Edad”, cuarto volumen de “La Historia de El Señor de los Anillos” publicado por Christopher Tolkien sobre los escritos de su padre, en este caso los más famosos.

La verdad es que después de haberme tragado los otros tres, no tuve demasiada dificultad en hacer lo propio con el presente, disfrutando de sus múltiples anotaciones y de toda esa labor de zapa que Christopher ha realizado de la enorme labor paterna, recomponiendo las piezas de un puzzle de lo más interesante. Si uno es aficionado a “El Señor de los Anillos” (que debería), no dejará de disfrutar de cosas como los epílogos descartados (que completan la historia) o las (lógicas) vacilaciones por parte del autor a la hora de cómo continuar tamaña historia.

Y en cuanto a las objeciones tan extendidas acerca de si hacer (y leer) un trabajo semejante es necesario o no, contesto lo de siempre: a quien no le apetezca, que no se lo lea, y listo. Por la parte que me toca, es una excelente escuela literaria que además de enseñarme muchísimo acerca de maquinaciones internas (composición, organización de ideas, titubeos varios), me ha dado momentos hermosos respecto a textos inéditos que complementan esa maravillosa novela sin quitarle ni un mínimo de valor.

Por cierto que lo mío tiene tela... porque hace ya casi veinte años que me leí el libro original, así que ya sería hora de volver a echarle un ojo, y a la edición completa y anotada, desde luego. Pero como en mi biblioteca Tolkien todavía hay gran cantidad de volúmenes esperando su turno de lectura, me parece que aún tardaré unos añitos más...

La foto de los cuatro volúmenes juntos de “La Historia de El Señor de los Anillos”, de mi colección privada.

lunes, 19 de julio de 2010

Volviendo de nuevo, en un julio movido

Esta vez, creo que he batido mi propio récord de no postear en el blog... aunque por supuesto, tengo la maravillosa excusa de haberme ido dos semanas a dar una vuelta por Noruega en un crucero, para ver cómo eran los fiordos. Y como siempre, eran bonitos, por supuesto...

Por otra parte, acabo también de volver de un divertido y accidentado a partes iguales viaje a Barcelona, en el que fui a firmar libros. Más que agradable ha sido la sensación de ver dos de mis títulos en los escaparates donde hace años soñaba con que hubiese cosas publicadas con mi nombre...

Y mientras tanto, la vida sigue dando vueltas en el exterior y en el interior.

De momento, la tierra más septentrional que he pisado en esta vida: Magdalenefjord, isla Spitzbergen, archipiélago Svalbard, a 79º 33’ 34’’ de latitud, nada menos. No está mal, para haber nacido a la altura del paralelo 42...