martes, 28 de abril de 2009

"La Muerte, el Nacimiento a una Nueva Vida"

Una nueva lectura, préstamos de papá, que así le devuelvo hoy: “La Muerte, el Nacimiento a una Nueva Vida”, de Mariano Bueno, publicado por Edaf. Curioso libro donde los haya, que precisamente nos habla de cómo enfrentarnos a la muerte y de cómo considerarla precisamente eso, el nacimiento a una nueva vida. Bien documentado y bien explicado, recoge textos de gente tan interesante como Brian Weiss (a quien tuve la fortuna de conocer en persona antes de leer este volumen, y la verdad es que es muy interesante como persona y como terapeuta) o la doctora Kübler-Ross, de quien también he leído cosas que me parecen sumamente interesantes.

El de Bueno es un libro denso e interesante, al mismo tiempo que esquemático y concreto, que ayuda a organizar mucha de la información al respecto y a tratarla de forma seria y convincente, sin necesidad de hablar de fantasías o de dogmatismos religiosos (y eso es algo que se agradece mucho). Me quedo con la idea de que somos almas que están por ahí, y de vez en cuando deciden encarnarse para aprender las cosas de otra forma... y también es muy interesante el capítulo que habla de que el suicidio no es una solución, porque el problema no desaparece.
Un libro para lectores valientes, al que todo el mundo debería echar un ojo para quitarse ciertas angustias heredadas de nuestras tonterías socioculturales... y por cierto que la página web del autor está la mar de bien:

http://www.mariano-bueno.com/index.htm

domingo, 19 de abril de 2009

La colección "Penácaros" (Editorial Picu Urriellu)

Y relacionado también con este último viaje a Asturies, tenemos que hablar un poco de libros... porque nuevamente he pasado por Fechaladrona para revisar mi depósito de mercancías (allí se fue el grueso de mis cosas en el año 2001, cuando me separé de Glauca), y viendo aquella cantidad de libros de los cuales muchísimos de ellos son del todo prescindibles, imaginé que algo tendré que hacer con ellos llegado el momento. Y la respuesta llegó sola: los donaré a la biblioteca de Cerredo (que hoy día aún está en construcción), para que los de allí puedan leerlos y disfrutarlos igual que yo lo he hecho. Después de todo, ya es algo que había decidido hacer antes, pero ahora más aún... aunque antes de eso, me gustará escribir algo sobre cada uno de ellos y dejarlo aquí, como una especie de colección que incluirá las portadas. Después de todo, y a pesar de todas las vicisitudes de la vida, me gusta apuntar cada libro que leo...

Precisamente, dos han sido los libros que he podido leerme en el viaje, uno de los cuales estaba en el piso de la estantería de aquí... así que menos espacio ocupado, que siempre viene bien. Y hablando de comentar, creo que nunca había hablado de ninguno de ellos en ningún diario, así que ya que estamos los pondremos todos (voy a colocarlos por orden de lectura), y luego ya iremos comentándolos uno a uno a medida que los vayamos disfrutando...

La colección “Penácaros”, de la Editorial Picu Urriellu, es un conjunto de volúmenes que recoge temas astures de mayor o menor trascendencia, escritos de peor o mejor manera, pero muy bien editados (para los tiempos que corren, son una preciosidad), amenos al tiempo que profundos (se nota mucho que están escritos por gente que disfruta con su oficio... y es que una colección así no se puede hacer de otra manera), y una verdadera delicia que conviene tener en cuenta. Siempre los había visto en el aeropuerto y apetecía comprar alguno, y cuando empecé con ello, me di cuenta de que lo mejor es llevarlos allí para leerlos mientras estás en la tierrina de vacaciones, con calma y las sonoridades astures dando vueltas a la cabeza... y así lo he hecho esta vez, y el resultado es delicioso. Además, no cabe duda de que están llenos de informaciones de lo más interesantes...

-“El Azabache” (nº 11), de Valentín Monte Carreño: el primero que tuve. Se lo robé a papá a ver qué era, y me sorprendí de la exhaustividad del asunto y de lo claros que quedaban conceptos y temas relacionados con usos y costumbres de la piedra en cuestión. Además, las fotos que incluye son de lo más curioso e interesante.

-“Simbología Mágico-Tradicional” (nº 6), de Alberto Álvarez Peña: lo compré en Cangas del Narcea, y me encantó por todas las historias referentes a símbolos, sobre todo las rosas hexapétalas, triskeles, cenefas y demás. Es una verdadera preciosidad, que además reproduce múltiples diseños para que cada uno los dibuje donde más le guste...

-“Nombres y Apellidos Asturianos” (nº 7), de Enrique Campomanes Calleja: fue el primero que me compré en el aeropuerto, y es un listado muy completo con estudios de orígenes, escudos y cosas varias. Me encantó descubrir apellidos como “Dago” o nombres como “Deva”, de lo más poéticos y desconocidos.

-“Asturias y su Historia” (nº 4), de Enrique Campomanes Calleja: el primero de los que me he leído en este viaje, que ya tenía del viaje anterior. Bastante más ameno que los libros de su clase (es decir, que los libros de historia al uso) aunque muy ligero, pero precisamente lo que yo no quería eran cosas más pesadas. Me ha encantado enterarme de la etimología probable del nombre “Asturias” (que parece ser que se refería al río Astura, el actual Esla leonés, y que significa “agua agua”, de las palabras protohistóricas “asta” y “ura”), y también desmitificar un poco el asunto de Covadonga... aunque tengo muchas ganas de volver por allá, a ver qué hay de cierto en la energía del lugar.

-“Mitos y Leyendas Asturianas” (nº 9), de Alberto Álvarez Peña: como del anterior me había leído más de la mitad en el avión, decidí comprarme otro nada más llegar (en realidad, fue una excusa perfecta, jejeee...), y me decidí por este. Hay algunas que parecen contadas por niños pequeños (y resultan de lo más pueriles), pero hay otros cuentos que sin duda son interesantes, como los referentes a los cuélebres.

Y de momento, así estamos: tengo otro en la estantería que irá para allá en el próximo viaje, y veremos qué tal está de extensión. Y por cierto que un día de estos tengo que pasar por la editorial a saludarles (que además está justo al lado de casa de mamá en Gijón): hay que felicitar a gentes como estas, que trabajan tan bien por prácticamente nada (bien seguro estoy de que pocos somos quienes compramos estos libros), y rescatan tesoros que de otra manera se perderían en el olvido...

Volviendo de Asturies (con el Faloupu bajo el brazo)

Lo de ir a Asturies siempre representa sentimientos ambibalantes (como dirían Les Luthiers): por una parte me da cierta pereza ir hasta allí, pero por la otra me sientan bien las visitas a la tierra y a los familiares, porque después de todo allí nací y de allí soy... y siempre se está bien en el lugar donde está el centro del mundo.

Aunque eso es discutible, claro, porque a mí me costó muchos años reconciliarme con mi pueblo natal... pero lo importante es precisamente eso, el poder ir hoy y disfrutar de todo ello, a pesar del frío que hace (por los clavos de Cristo...) y de todas las vicisitudes de siempre.

Y ello viene a cuento por el último número publicado de la revista Faloupu (para quien no lo sepa, un “faloupu” es un copo de nieve, en asturiano o bable o como quieran llamarlo... y que conste que yo prefiero definirlo simplemente con un “como decimos nosotros”), el sexto, de diciembre de 2008. Gratuita y editada por el ayuntamiento del concejo de Degaña, su coordinador es el amigo Belarmino Chacón Ramos, actual Concejal de Medio Ambiente, Rural y Turismo, y él fue quien me pidió una pequeña participación... a la que yo accedí gustoso. Así pues, un pequeño articulillo definiendo lo que es para mí toda aquella querida zona, Cerredo sobre todo por haber sido allí donde nací...

Y sí, orgulloso del artículo, y orgulloso de las raíces, oye: reconozco que me encanta ver aquellos valles, aquellos árboles y aquella energía tan especial que tanto se refleja en mis escritos y en mi concepción del mundo. Vale la pena ir a pasar allí unos días, darse una vueltecita por los pueblos y visitar a las gentes... y cuando tengamos allí la casa y esté finalmente arreglada y operativa, ya ni te digo.

viernes, 10 de abril de 2009

Últimos "Tassa i mitja"

Antes de irnos a Asturies de juerga, pongámonos un poco al día, aprovechando que el próximo día 13 es Lunes de Pascua y aquí es festivo (por lo que “Tassa i mitja” no se hace, y yo me quedo sin sección ese día, claro). Y la verdad es que para ello tenemos que remontarnos un poquito en el tiempo...

-11 de febrero: improvisando, encontramos por ahí una de esas bandas sonoras que últimamente me habían llamado la atención por su variedad y originalidad, que era la de la película Across the Universe (es decir, temas de The Beatles arreglados por Elliot Goldenthal). En cuanto al tema televisivo, pusimos el famoso tema de “La Pantera Rosa”, compuesto por supuesto por Henry Mancini.

-18 de febrero: lamentablemente, y por mucho que me he esforzado, no he podido recordar qué demonios puse el día de mi cumpleaños (qué cabeza la mía, señor...). Eso sí, el tema televisivo fue la canción “Who are you?”, de The Who, sintonía de la serie “CSI Las Vegas”.

-23 de febrero: los horarios de profesor cambiaron en el segundo cuatrimestre, así que tuvimos que modificar el día de emisión y pasarlo al lunes, donde sigue a partir de entonces. Para introducir a la audiencia esta pequeña locura, decidimos inventarnos otra, porque me había comprado un CD por un euro sin poder resistirme, y a ello fui. Nada menos que El Jovencito Einstein, del loco australiano Yahoo Serious (que la dirigió, la interpretó, y también compuso algunas cosillas): sobre todo, una banda sonora repleta de grupos australianos del momento, muy divertida y curiosa, y también un poco loca. El tema televisivo fue el de la serie “Caso abierto”, de E. S. Posthumus.

-2 de marzo: celebrando el Oscar a A. R. Rahman y su composición para Slumdog Millionaire, recordamos otra banda sonora ganadora de un Oscar hace poco y compuesta por un tipo bastante desconocido, como era la preciosa Descubriendo Nunca Jamás, de Jan A. P. Kaczmarek. El tema televisivo fue la canción “When get fooled again”, de The Who, sintonía de “CSI Miami”.

-9 de marzo: celebrando (otra vez) el Oscar a A. R. Rahman y su composición para Slumdog Millionaire, nos dedicamos a escuchar esta gran banda sonora prestando atención especial al tema “Jai Ho”, canción que también ganó el mismo premio en su categoría. El tema televisivo fue (como no hay dos sin tres) la canción “Baba O’Riley”, también de The Who, sintonía de “CSI New York”.

-16 de marzo: coincidiendo con el estupendísimo concierto que nos ofreció, quisimos hacer un pequeño homenaje a Fernando Velázquez también en este pequeño espacio, escuchando su partitura más famosa, El Orfanato. El tema televisivo fue la canción “I don’t wanna wait”, de Paula Cole, de la serie “Dawson crece”.

-23 de marzo: de nuevo coincidiendo con el estupendísimo concierto que nos ofreció, quisimos hacer un pequeño homenaje a Aritz Villodas también en este pequeño espacio, escuchando su partitura más famosa, No me Pidas que te Bese, Porque te Besaré. El tema televisivo fue la sintonía de la serie “Mujeres desesperadas”, compuesto por Danny Elfman.

-30 de marzo: preparando la sección, me llamó Noemí por teléfono para darme la fatal noticia de que Maurice Jarré se nos acababa de ir... así que improvisamos un pequeño homenaje para despedirnos del maestro escuchando una selección de clásicos como Doctor Zhivago o Lawrence de Arabia. El tema televisivo fue la sintonía de la serie “Urgencias”, compuesto por James Newton-Howard.

Y finalmente, este pasado día 6 de abril dedicamos la sección a una pieza muy especial: el concierto que Alan Silvestri ofreció aquí en España hace pocos años con la Orquesta y Coro de Radiotelevisión Española, que fue el primero que dirigió en su vida y que es una verdadera delicia, con esas suites de Forrest Gump o Regreso al Futuro. A pesar de que la edición mutila el concierto original y lo desordena, no cabe duda de que es magnífico... El tema televisivo fue la sintonía de la serie “Everwood”, poco conocida en España, compuesta por Blake Neely.

Complementaremos el post pidiendo disculpas, prometiendo que intentaremos que no se vuelva a repetir (ya se sabe que la primavera, la sangre altera), y colocando una foto del maestro Jarré, a quien echaremos de menos...

domingo, 5 de abril de 2009

"Emmanuelle n. 3 l'antidroga"

Debería echarme un rapapolvo a mí mismo por la tardanza de siempre... pero hoy estoy demasiado contento para eso, así que iremos directamente al grano: me he acabado uno de esos libros que llevaba mucho tiempo rondando por ahí, y del cual es obligado hablar largo y tendido. Se titula exactamente “Emmanuelle n. 3 l’antidroga”, y es uno de esos libros italianos que pretenden pasar por obras referentes a (o escritas por) Emmanuelle Arsan y que en realidad son una burda falsificación (y hay unos cuantos, en lo que parece ser un fenómeno exclusivo del país italiano). Y el caso es que yo, como tengo mucho interés en estos temas, llego no sólo a comprármelos, sino a leérmelos (y eso que el italiano es un idioma que ni mucho menos domino) y a desmenuzarlos aquí para uso y disfrute de posibles lectores, que ya se sabe que el tema de Marayat sigue siendo espinoso y conviene arrojar sobre él un tanto de luz...

Lo primero, pues, los datos técnicos: sin nombre de autor (como no se entienda que lo haya escrito “Emmanuelle”), nos informa de que su título original es “Emmanuelle – l’antidrogue” (lo cual es seguramente falso, como pasa con todos estos libros), que está traducido por una tal “Anna Carli Lauricella”, que el copyright es 1971 (Lagrange éditeur PARIS) y 1972 (I.P.C. MILAN), y en la última página figura lo siguiente (“Supplemento al libro nero n. 4 – Collana Periodica Mensile – Dir. Resp.: Vincenzo Branzoli – Aut. Trib. Di Roma n. 14551 – Stampa: SIS – Opera – Milano”). Mide 23’1 x 14’4 cm., tiene 194 páginas (“confezione sigilata”, que supongo que se refiere a que tienes que cortarlo primero para leerlo... y por cierto que quien lo hizo antes que yo era un bestia de campeonato), y su precio original (impreso en la contraportada) era de “L. 1500” (1500 liras italianas, es de suponer), al lado del cual se nos vuelve a informar con la leyenda “Suppl. LIBRO NERO n. 4”. A pesar de lo de “n. 3” en la portada, no sé a qué se refiere la numeración, y de este mismo extraño formato sólo he visto circulando por la net otro volumen que parece de la misma colección y que se titula “Emmanuelle tango all’italiana” (de hecho, me lo compré porque en la página donde se citan las obras de Marayat, incluso las “fantasías”, no se hablaba de él).

En cuanto al contenido, y siempre teniendo en cuenta que mi italiano leído es bastante limitado (y que le pongo ganas, pero tampoco excesivas... así que seguro que muchas de las cosas que no me explico son culpa mía y no del texto), es más o menos el siguiente:

-Capítulo 1: una chica habla en primera persona, participando en una orgía (¡incluso con un perro!). Luego, un hombre se la lleva a su casa, y de repente se despierta en una clínica (parece que ha tenido un accidente de tráfico).
-Capítulo 2: se entera de que está en una clínica de Passy (París), y parece ser que se llama Michela. Se lía con el doctor (Paul) y se va con la enfermera (Cécile) a su casa, que tiene a su padre en silla de ruedas (y se lo tira). Sin que venga a cuento, la narradora pasa a llamarse a sí misma Emmanuelle, y la presentan como tal: escapa otra vez a París, a un hotel, porque siente que ya lo ha probado todo en la vida y tiene que pensar en su futuro.
-Capítulo 3: aparece una tal Giulia que se intenta suicidar, porque se ha liado con Barbara, la hermana de su marido (y parece ser que ellos dos también estaban liados entre sí).
-Capítulo 4: Guido, el marido, aparece con un personaje que se llama nada menos que... ¡Vanna!, que es amiga suya y con la que se lía. Al final, reaparece Giulia y se va con Barbara.
-Capítulo 5: la protagonista Emmanuelle reaparece, estando con Barbara. Se va a la universidad y se lía con un jovencito (ella tiene 28 años), como si él fuese virgen.
-Capítulo 6: Emmanuelle se va de casa de Guido y de Barbara, hace autostop y le para Sonia, quien la lleva a Túnez a casa de una gente que busca el placer. Llegan, y montan una orgía en el comedor con una tal Josephine.
-Capítulo 7: Emmanuelle se lía con un tal Anthony, y luego Eric, el dueño de la casa, le explica la historia del lugar: él mismo descubrió su homosexualidad de manos de un tal Conde de Moritorfano.
-Capítulo 8: un mes después de haber llegado a la casa, Emmanuelle sigue a Eric hasta una orgía, donde ve cómo Anthony se lía con Muriel, un travestí. Emmanuelle, mientras tanto, se acaricia.
-Capítulo 9: una chica llamada Francoise acaricia a Emmanuelle mientras le cuenta cómo a ella la inició Cristine, novia de su hermano Eric (que la mantuvo pura hasta entonces). Luego, a Emmanuelle se la tiran todos (Eric, Sonia), y al final el mismo Eric le dice que ya está lista para irse, por lo que decide ir a dar una vuelta por Francia.
-Capítulo 10: pasa por Barcelona, y la recogen Serge y Mireille, matrimonio que la lleva a su villa de Marsella. Allí se acuesta con Margot (la hermana de Mireille), y urde un plan para liarlos a todos (que culmina en una orgía donde la pareja monógama se rompe). Como ya no le queda nada que hacer, se va.
-Capítulo 11: aparece en Niza, donde conoce a Ronald, que la lleva a ver a sus amigos jóvenes que fuman porros (a ella no le hacen falta porque lo que le gusta es vivir la vida con intensidad: supongo que de ahí vendrá el título del libro). Se monta una orgía, pero la droga les entorpece: Emmanuelle se enfada y se va.
-Capítulo 12: Emmanuelle vuelve a París después de que su padre le mande dinero. Mientras está a punto de aterrizar, hace planes para tirárselo y convertirlo en su amante perfecto...

Salvando mis limitaciones con el italiano (insisto), debo decir que el libro no es gran cosa, a pesar de que intenta fuertemente imitar el exotismo de Marayat (los episodios en Túnez) o alguna de sus enseñanzas, aunque retorcidas (el capítulo 10, que sin duda es lo que más se aproxima). Pero como ya he dicho, coleccionar estas falsedades es casi una especie de deporte, y ya que las tengo, bienvenidas sean... aunque ni de lejos vale la pena pagar los 30 euros (gastos de envío incluidos) que tuve que desembolsar yo. Lo sé, pero así somos los coleccionistas... aunque de momento no me compraré ningún otro, porque en la estantería todavía hay más que deben pasar idéntico tratamiento (y eso, sin contar los de la propia Marayat que adquirir, que releer, o incluso que leer por primera vez).