viernes, 26 de junio de 2009

"El Libro Tibetano de los Muertos" (Timothy Leary) y "El Tiempo de los Señores Halcones" (M. Moorcock & M. Butterworth) (el "Antídoto" sigue su curso)

Una de las cosas necesarias para poner orden es precisamente continuar con el “Antídoto”, del cual estoy perfilando ahora mismo el número 5 (de evidente rima) que la semana que viene presentaré en el Valhalla... pero eso no quiere decir que me haya quedado quieto, porque hace poco sacamos finalmente la edición definitiva de “El Almuerzo en Gallumbos” (con una presentación épica, que algún día verá la luz), texto maniqueo donde los haya y que ya hace mucho que ha pasado a la historia. Reproducimos la portada de su primera edición, facsimilada en la nueva (de la cual, por cierto, sólo quedan ya seis ejemplares en el Valhalla, así que a correr...). Todos estos asuntos siguen siendo la mar de divertidos...
Para este quinto “Antídoto”, me leí uno de los libros más extraños que haya tenido nunca el placer de disfrutar: “El Tiempo de los Señores Halcones”, número 23 de la colección Star Books, escrito a pachas por el gran Michael Moorcock (lo primero que leo de él) y el menos conocido (al menos por mí) Michael Butterworth. Vaya un texto y una lección de escritura, cielo santo: yo creo que necesitaría toda una vida de trabajo para poder llegar a algo semejante a ese nivel, y la verdad es que no estoy seguro de que lo consiguiese. Una banda de rock llamada Señores Halcones resulta ser en realidad heredera de antiguos superhéroes que luchaban contra razas extraterrestres ya extinguidas pero cuyas armas siguen funcionando y sólo pueden ser combatidas con música... o algo así. De verdad, hay que leerlo para poder creerlo: queda algún ejemplar despistado por la net, así que a por ellos (en mi caso, era herencia de papá, y le tenía ganas hace muchísimo tiempo...).
Y para el cuarto, después de unas cuantas vicisitudes (se lo había robado a mamá, pero luego me di cuenta de que no tenía derecho a eso, y que era mejor conseguir el mío... así que lo encargué a una librería de Valencia por cinco euros mas gastos, y es que lo encontré de rebote porque ya no hay muchos que digamos), me leí el volumen cinco de la colección Star Books, que contiene “El Libro Tibetano de los Muertos” de Timothy Leary y el texto clásico también... y si el clásico es una de esas cosas barrocas de aquellas filosofías que sólo buscan complicarse la vida retorciendo cosas (cuyo resultado artístico es innegablemente bello), lo de Leary es un jodido delirio de drogadicto, de cuando se pensaba que eso de las drogas bastaba para liberar mentes (angelitos...). Me despaché a gusto contra él en el “Antídoto”, y veremos a ver qué sorpresa nos aguarda en el otro volumen de la colección...

Y mientras tanto, todo esto sigue creciendo...

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