Pues sí, como decía antes, ya me lo he leído, porque francamente tenía bastantes ganas después de ver qué era: nada menos que una reinterpretación de las baladas nórdicas hecha por el maestro como un simple divertimento del que tampoco se preocupó demasiado, y que ahora el siempre tenaz Christopher rescata y publica adecuadamente acompañándolo de sustanciosas anotaciones y extensos estudios tanto de su padre como suyos propios. Como bien dije yo ayer, no es precisamente “El Señor de los Anillos”, pero como José López Jara se encargó de matizar, es justamente una de las bases de todo eso, con las historias de oro maldito y dragones malvados que lo custodian... así que, como siempre, sólo cabe dar las gracias a Minotauro por la hermosísima edición bilingüe, y a Christopher por rescatar un texto tan interesante. Y a quien no le interese y le parezca mal la idea, pues que no se lo compre, y deje de fastidiarnos a los que queremos leer este material...
Y por cierto: José López Jara avanzó ayer interesantes novedades para el año que viene, y que sí tienen que ver con “El Señor de los Anillos”...
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