lunes, 22 de septiembre de 2008

Ding dong...

Eh... ¿hola?

Poca práctica, más bien nula... En fin, hoy, día 22 y recién entrado el otoño, me decido finalmente a crear mi propio blog, por aquello de que unas cuantas personas me han insistido, y porque mira, qué diablos, no me parece mala idea... Un carácter tan volátil y una personalidad tan ecléctica como la mía (siempre me ha gustado ser así, no es nuevo) necesitaban un pequeño escaparate al tiempo que un lugar donde centralizarse, así que veremos qué tal el invento.

Escribo un diario desde que tenía ocho años nada menos. Nunca de forma continuada día tras día, pero sí bastante sistemática e ininterrumpida. A veces han pasado meses entre uno y otro, otras se ha convertido en cartas y en papeles sueltos, otras se ha diversificado en distintas personalidades y distintos cuadernos... y ahora, mira por dónde, damos el salto a la net.

Antes de nada, me parece que por honestidad tendría que decir que no creo demasiado en el asunto este de los blogs, precisamente por la razón de haber escrito (y escribir) un diario personal y particular durante tantos años. ¿Tiene algún sentido, más allá del narcisismo, el hecho de compartir inquietudes con los demás? Bueno, lo que es a mí personalmente, hay pocos blogs que me interesen de verdad... por lo que supongo que el mío no interesará mucho tampoco. Pero mira, el nuevo juguete me gusta, así que sí, lo usaremos, a ver...

Como ya he dicho, acaba de empezar el otoño: me he despedido del verano viajero con un Nestea frío (a pesar de que aquí en Mallorca ya no haga mucho calor, por mucho que insistan las agencias turísticas), dejando de fumar una vez más (los pulmones me llamaban palabras muy feas después de un verano con tanta nicotina y cosas más extrañas como beedies, kretek o shisha, así que no queda otro remedio... aunque desde luego no digo que sea para siempre ni muchísimo menos), y llegando de nuevo de la Asturies natal, que está como siempre.

Una de mis manías que ya adelanto desde el principio: ultraordenar. Eso se refiere a las cosas que tengo por aquí por casa, papeles y más cosillas como libros por leer y adminículos varios: tengo el firme propósito de que este blog me ayude a ello aunque sólo sea interesante para mí mismo. Después de todo, el blog es mío y puedo hacer lo que quiera, ¿no?

El título es de Dalí, de un cuadro suyo. El cuadro no es de los que más me gustan, pero el título, sí.

Tiempo de acostumbrarme a esto, de perfilar perfiles, y de recibir al otoño con luz: me he comprado una cajita de vitaminas para encararlo mejor, a ver qué tal... Seguiré informando, después de todo: hay mucho que contar...

Ah, y ya es otoño... feliz otoño.

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