El nombre de Cornelia Funke me llamó la atención por estar asociado a un título tan sugerente como es “Corazón de Tinta” (yo, que soy tan poco afortunado poniendo títulos, soy bastante sensible a los buenos), y más aún cuando leí que la calificaban como “la nueva Michael Ende”. Semejante carta de presentación bastó para que me interesase por ella, yendo a ver con curiosidad la película del mencionado título, y constatando (porque no me desagradó) que el libro probablemente me gustaría mucho, ya que seguro que será mejor que el film (y de hecho, lo tengo ya, regalado por Johanna y esperando su oportunidad en el montón).
Así pues, el presente “El Jinete del Dragón” es lo primero que leo de ella, y la verdad es que me ha gustado mucho, a pesar de ser un cuento para niños (es decir, de los que hubiese disfrutado mucho más hace veinte años... lo cual no le quita mérito alguno, que conste) y de que probablemente no sea ni mucho menos su obra magna. Pero los personajes son atractivos (Lung es una delicia de dragón, y ya no hablemos de la duende Piel de Azufre o del joven Ben), la narración también, las referencias fantásticas son lo suficientemente agradables (e incluso originales) como para ser verosímiles y no molestar, y en definitiva, es una lectura entretenida que se disfruta (lo mismo que sus delicadas ilustraciones, firmadas también por la autora). Suficiente (y ya es mucho en estos tiempos que corren) como para no perder de vista su nombre, aunque fuese lo único que conociese de ella...
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