jueves, 5 de enero de 2012

"José Martínez: la Epopeya de Ruedo Ibérico" (Albert Forment)

Tengo poco tiempo últimamente, aunque no por ello descuido los estudios referentes a mi escritora favorita... En este caso concreto, y ante mi desconocimiento de la génesis y gestación de la primera edición en castellano de Emmanuelle Arsan, decidí aprovechar la oportunidad y regalarle a mi señor padre el presente libro, ya que él sí leyó unos cuantos títulos de primera mano de la presente editorial en los tiempos en los que estaba prohibida...

“José Martínez: la Epopeya de Ruedo Ibérico” es un magnífico ensayo escrito por Albert Forment acerca de la que fue la editorial antifranquista más importante: la francesa “Editions Ruedo Ibérico”, combativa donde las hubiese, y cuya labor (y la de su irreductible editor, José Martínez Guerricabeitia) ha caído injustamente en el más absoluto de los olvidos (aunque hoy día, muchos de sus títulos son inencontrables piezas de coleccionista, lo cual no deja de ser irónico). Fantástico libro sin duda, que sin ser su objetivo principal da muchos ánimos a quienes gustamos de juntar letras, ya que si el pobre José Martínez tuvo que trabajar tan duramente y en condiciones tan precarias, nosotros hoy en día, que lo tenemos infinitamente mejor, no tenemos de qué quejarnos... Y eso, por no hablar de la (lamentable) historia de España de las últimas décadas que tan bien refleja: más de uno (de cualquier tendencia política) tendría que leerse el presente para refrescar la memoria y dejar de decir que tiempos pasados fueron mejores.
Por lo que respecta a la obra de Marayat, es poca la información que se ofrece, pero es comprensible teniendo en cuenta la relativa importancia que la literatura erótica tenía en el grueso de su producción. En concreto, la única vez que tanto Emmanuelle Arsan como el libro son mencionados, es en un escueto párrafo de la página 480, referido al 13 de julio de 1975 y localizado físicamente en Prades d’Ardèche, donde el editor José Martínez estaba descansando y trabajando al mismo tiempo (lo transcribo a continuación, con intención meramente informativa):

“Por otro lado, Alfonso Colodrón llevaba en la maleta, para que su jefe le echara un vistazo, “Emmanuelle”, el último libro publicado por Ruedo Ibérico, de Emmanuelle Arsan, perteneciente a la colección erótica Buen Amor, Loco Amor. Esta serie estaba dirigida y subvencionada por Carlos Varo, que aportaba 80.000 francos. El primer volumen de la nueva colección, publicado un mes antes, era “La Filosofía en el Boudoir”, el gran clásico erótico-filosófico del Marqués de Sade, traducido y anotado por otro ilustre ácrata amigo de la editorial, Agustín García Calvo. La colección, producto de una vieja obsesión de José Martínez, podría decirse que tenía también, a la altura de 1975, un sesgo político libertario evidente. El erotismo, el sexo entendido como liberación personal, era una noción típica del pos-mayo del 68 que nunca había calado entre las filas comunistas, de tendencia más bien puritana, al igual que la mayor parte de los viejos cenetistas. Para José Martínez, que practicaba el nudismo en verano y siempre había sido un hombre sexualmente desinhibido, la colección, además de tener un tinte ideológico liberador, rescataba libros censurados o prohibidos y podía convertirse en un buen negocio editorial, con mercado diferente al usual de Ruedo Ibérico.”

Si a ello añadimos las referencias que se hacen en este mismo libro respecto al diseño de portadas de la editorial (que casi siempre corría a cargo del propio José Martínez, muy aficionado al tema), y las que aparecen en el propio ejemplar de “Emmanuelle” editado por ellos (donde por cierto se indica al final “Fin del libro primero”, lo cual podría significar que llegaron a pensar en editar también “La Antivirgen”, aunque no lo hicieron), la ficha técnica del mismo queda definitivamente como sigue:

-Emmanuelle. (1975)

Primera edición de “Emmanuelle” en lengua castellana (aunque no está publicada en España). Tapa blanda, publicado en Francia en el segundo trimestre de 1975 por “Editions Ruedo Ibérico”, dentro de la colección “Buen Amor, Loco Amor” (número 2 de la colección, dirigida por Carlos Varo). Traducción de Xavier Roy. Portada (en el libro no lo pone, pero hay gente que la atribuye directamente al editor José Martínez, y lo más probable es que así sea): blanca, sin dibujos ni fotos (únicamente el nombre “Emmanuelle Arsan” en negro y en minúsculas en la parte superior, el título “Emmanuelle” en rojo también en minúsculas y colocado en vertical en la parte derecha, y las palabras “Libros Buen Amor Loco Amor” en mayúsculas y en negro en la parte inferior). 208 páginas, 15’5 x 22 cm.

Lo que no aclara el libro de Forment es precisamente quién era Carlos Varo (ni tampoco Xavier Roy, el primer traductor). Trasteando por la web, me he enterado de que también era un español exiliado en Puerto Rico (escritor y profesor) que se murió este mismo año pasado (y que, efectivamente, parecía ser de talante muy liberal, sobre todo en lo que al Eros se refiere). Aunque sea a título póstumo, agradecidos debemos estarle por su aportación a la editorial y a la difusión de la obra de Marayat, sí señor. El artículo completo, aquí:

http://www.80grados.net/2011/03/carlos-varo-in-memoriam-edi/


Así pues, parece que la primera edición de “Emmanuelle” en lengua castellana fue, como era previsible y no podía ser de otro modo, producto de una serie de casualidades, de coyunturas históricas (el film de 1974 y la popularidad que obtuvo, las colas de españoles en los cines de Perpignan para verla, la imposibilidad de ser editado en España debido a la censura), y de voluntades tenaces (Carlos Varo poniendo el dinero y José Martínez y su equipo los medios, por convicciones liberales tanto sensuales como políticas, y también como probable buen negocio). No cuesta nada imaginar que muchos de los espectadores de los cines franceses adquirirían algún ejemplar para llevárselo de tapadillo a su patria... donde, ciertamente, no es muy difícil de encontrar incluso hoy en día (aunque ni mucho menos sea la edición más recomendable en cuanto a contenido). Después de todo, no es mal inicio para un libro tan interesante...

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