Hago trampa comentando este libro antes que cualquiera de
todos los demás atrasados, pero como es el último que he leído, y además el
blog es mío y lo escribo como quiero, pues eso... Un regalo de Milu que desde
luego no le podía agradecer mejor, y que me acompañó en el último viaje a
Madrid por aquello de no saber qué leer y de que necesitaba echarme unas
risas... y bien saben los dioses que eso sí lo he conseguido, sobre todo con el
primer tercio del mismo, lleno de asombrosas anécdotas de un hombre inimitable
como Groucho Marx y visto además por el prisma de su hijo, que nos desvela de
él anécdotas interesantísimas que arrancan carcajadas involuntarias frescas y
maravillosas, como no podía ser de otra manera.
Por desgracia, al cabo de ciento y poco páginas del mismo,
no tarda en convertirse en una especie de catálogo de horrores profundizando
mucho más en aspectos poco interesantes del personaje (quien no me extraña en
absoluto que no estuviese de acuerdo con su publicación), y con ese final que
tal vez era necesario de contar (toda la parte de la decrepitud de Groucho y el
sometimiento a esa mujer controladora y aprovechada), pero que desgraciadamente
no aporta nada ni de lejos tan interesante como lo primero (y por cierto que si
Grucho estaba obsesionado con el dinero, su hijo no lo estaba menos). Desde luego,
es un libro pero que muy interesante y muy recomendable tal como está, pero
ojalá hubiese estado mucho mejor, porque podría haberlo estado...
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