lunes, 19 de septiembre de 2011

Otro libro de Marayat: "La Siamoise Nue"

Una última adquisición, que sin duda viene con su propia historia a cuestas: de rebote y por casualidad, adquiero en la red este volumen de “La Siamoise Nue”, uno de los últimos libros firmados por Emmanuelle Arsan, del cual aún no poseía yo ningún ejemplar. Por desgracia, y que yo sepa, de momento no se ha traducido a ningún otro idioma: la presente es la edición publicada por Le Cercle en diciembre de 2003 (y por lo tanto, creo que la primera de todas) en tapa blanda, con la foto de una Marayat más madura (y no por ello menos bella) en la portada (y cuyo copyright se atribuye ya directamente a Louis-Jacques y Marayat Rollet Andriane, en un lugar tan visible como la contraportada), y 552 páginas (existe al menos otra, editada por Le Cercle Poche en el 2005, de menor formato).

En cuanto al contenido, una novela exótica que tiene más que buena pinta y que lamento profundamente no poder leer, a la cual además le sirve de prefacio una misteriosa frase de André Malraux: « Quels livres valent la peine d’être écrits, hormis les Mémoires ? », es decir, “¿Cuáles libros vale la pena escribir, excepto las Memorias?”. Probablemente, y conociendo a nuestra autora favorita, nos ofrezca aquí suculentos datos y experiencias que sería todo un placer poder leer...

Pero eso no es todo ni mucho menos, y es que la cosa lleva un aliciente añadido. Nada menos que la firma de la autora, acompañada de una dedicatoria muy especial, que dice así: « Paul Acciari, artiste accompli, maître de ton rêve, seras-tu indulgent envers ces rêves inachevés ? En amitié, Emmanuelle Arsan, 15 avril 2004. » (es decir, “Paul Acciari, artista consumado, dueño de tu sueño, ¿serás indulgente hacia estos sueños inconclusos? En amistad, Emmanuelle Arsan, 15 de abril de 2004.”). El libro va acompañado además de un posavasos escrito en inglés y en griego colocado en la página 196 a modo de marcapáginas, y eso refuerza la hipótesis de que realmente perteneció a un artista llamado precisamente así (restaurador, diseñador de producción, y pintor, que parece ser reparte su tiempo entre Francia y Grecia), de quien he encontrado alguna que otra foto en internet.

La obligada pregunta es: ¿qué sucedió con este libro? ¿Se deshizo de él su dueño, así sin más? Por mi parte, prefiero pensar en un descuido, en que quizás se lo dejó abandonado involuntariamente en una bonita terraza de un café de una isla griega, junto al Mediterráneo, y que algún camarero lo recogió sin saber demasiado bien qué hacer con él... hasta que ha llegado aquí, a mi biblioteca, por un módico precio. Desde luego, y como ya dije en otra ocasión similar, por la parte que me toca prometo cuidar muy bien de él...

Y la historia no acaba aquí aún, ya que su anterior dueño (o su anterior lector) era tan admirador de la obra de Marayat que se tomó la molestia de señalar unos cuantos párrafos del texto con un bolígrafo negro. Y como un servidor no sabe leer francés, pues me he limitado a copiarlos y a traducirlos para añadirlos a mi propia colección de frases de mi escritora favorita, por aquello del romanticismo y porque alguna de ellas es verdad que tiene miga:

P. 16 : « L’amour est la racine des déracinés. »

(“El amor es la raíz de los desarraigados.”)

P. 29 : « Il n’y a pas de vraie jouissance sans exagération. »

(“No hay verdadero goce sin exageración.”)

P. 43 : « Vous avez longtemps eu deux fidélités parallèles. »

(“Usted tuvo mucho tiempo dos fidelidades paralelas.”)

P. 55 : « Le spectacle, me criait-on, en valait la peine. Je suis un simplet de province : à peine un feu d’artifice est-il annoncé, je me dresse sur la pointe des pieds pour battre des mains. »

(“El espectáculo, me gritaban, valía la pena. Soy un simplón de provincia: apenas un fuego de artificio es anunciado, me pongo de puntillas para aplaudir.”)

P. 56 : « La lune en partance s’était rangée au-dessus du volcan. Elle me montra que celui-ci avait deux cratères au côté droit. J’ai pu apprendre ainsi que, sous des dehors frustes, cette brute avait une grâce de dormeur du val. »

(“La luna a punto de salir se había colocado por encima del volcán. Me mostró que éste tenía dos cráteres al lado derecho. Pude enterarme así de que, bajo las gastadas partes exteriores, este bruto tenía una gracia de dormilón del valle.”)

P. 57 : « Jésuite, donc masochiste, misogyne et ennemi des bêtes. »

(“Jesuita, pues masoquista, misógino y enemigo de las bestias.”)

P. 71 : « -Bien vu, approuva Saint Noir. Être nu, c’est se risquer à ne pas appartenir. À ne pas ressembler. En tenue d’écolière, une fille ressemble à toutes les filles de sa classe. Nue, elle ne ressemble plus à personne.
Il frissonna subitement, toussa avant de résumer :
-La nudité est illégale parce que les lois sont conçues pour faire ressembler. »

(“-Bien visto, aprobó a Saint Noir. Estar desnudo, es correr peligro de no pertenecer. Al no parecerse. En postura de alumna, una chica se parece a todas las chicas de su clase. Desnuda, no se parece a nadie más.
Tiritó súbitamente, tosió antes de resumir:
-La desnudez es ilegal porque las leyes están concebidas para hacer parecerse.”)

P. 91 : « Cette logique est belle et bonne, mais qu’est-ce que vous et moi pouvons faire de pratique contre l’arriération des croyants et la fringale des puissants ? »

(“Esta lógica es hermosa y buena, pero ¿qué podemos hacer vosotros y yo contra el retraso de los creyentes y el apetito de los poderosos?”)

P. 94 : « L’avenir ne doit plus être très loin, après tant de passé. »

(“El futuro no debe de estar mucho más lejos, después de tanto pasado.”)

P. 113 : « Si l’on ne dit pas assez souvent « je t’aime », on finit par ne plus aimer. »

(“Si no se dice bastante a menudo “te quiero”, acabamos por no amar más.”)

P. 122 : « L’homme est dans le pétrin… Qu’il en sorte ! dit Dieu. C’est pour lui marquer mon estime que je le laisse se débrouiller. » (Gide)

(“El hombre está en un apuro... ¡Que salga! dice Dios. Es para indicarle mi estima que le dejo desenredarse.”) (Gide)

P. 135 : « aimer les femmes intelligentes est un plaisir de pédéraste ! »

(“¡Amar a las mujeres inteligentes es un placer de pederasta!”)

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