jueves, 1 de enero de 2015

¡Feliz 2015!

¿Por qué no? Típico y tópico encabezamiento, pero a fin de cuentas, ideal para una fecha como la de hoy, con los deseos más deseosos que nunca, los días en blanco en una agenda recién estrenada (my dear Johanna, vía Papá Noel, en una preciosa edición que sirva como ordenación de días y como consignación de otros, además del evidente placer literario de citas y efemérides), y tiempo (y ganas, muchas ganas, muchísimas ganas) de ponernos con todo lo que nos tenemos que poner, es decir, con todo en lo que ya estamos puestos y deseamos finiquitar... es decir, Tierras Incontables y Trabajo de Fin de Máster, que por supuesto tienen toda la prioridad.

Y mientras tanto, ante todo y sobre todo, un perfecto buen propósito para este año que recién comienza, después de haber podido acabarlo con escasas entradas en el presente que aun así han llegado a 50 y sin dejar de lado que la presente es la número 600, nada menos: leer menos, y escribir más. O escribir más, y leer menos. Novelas que hacer, páginas que rellenar, momentos que disfrutar... No todos los días (ni todos los años) la vida te da una segunda oportunidad, así que ahora que la tenemos, aprovechémosla, que para eso está.

Así que, a fin de cuentas, y ante todo y sobre todo, ¡feliz 2015!

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