domingo, 11 de agosto de 2013

En agosto, como siempre, volvemos del Celsius...

Lenta, pacífica y calurosamente, vamos desenredando agosto, untándonoslo por la piel y dejando que se mezcle con el sudor y los calores estivales tan caros y tan gratos. Como decía hace poco mientras tomaba el fresco en mi balcón, el Mediterráneo es el estado natural del ser humano...

Tremendo el Celsius 232 de este año, sí señor: segunda entrega del avilesino festival de ciencia-ficción y literatura fantástica al que se asomó un servidor acompañado de su editor, y tal y como hicimos el año pasado, vendimos unos cuantos ejemplares de nuestros libros (alrededor de 70, que no está nada mal para los tiempos que corren) y salimos recomendados en la prensa local (concretamente el día 2 de agosto, viernes), además de hablar de ello ante un auditorio un tanto vacío pero muy mucho animado. Amigos, compañeros de profesión, libros, fabada... Volveremos, vaya si volveremos.

Y ahora, pues en ello seguimos, rematando temas, y ante todo y sobre todo, escribiendo... o más bien debería decir que, ante todo y sobre todo, procuramos disfrutar del verano, que para eso está. Dulce, dulce Mediterráneo...

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