Malas noticias, por desgracia...
Sí, así es: nos despedimos del Valhalla, la cervecería que tanto nos ha dado estos últimos años, por culpa de la crisis de las narices y de la falta de dinero, y de que Juancarlos (su dueño) se ve asfixiado por estos asuntos... Saben los dioses lo mucho que lo lamentamos los que íbamos con frecuencia y disfrutábamos de la cerveza y de la buena compañía (que era con mucho lo más importante), no pudiendo olvidar jamás cosas como las fiestas de Halloween o las iniciativas tan originales de su corpulento comandador. De momento, y hasta nueva orden, permanecerá abierto los fines de semana hasta finales de diciembre... por lo que si alguien quiere aprovechar aún y presentarle sus respetos, puede hacerlo.
Para ello, y teniendo en cuenta que nada podemos hacer al respecto, nos despedimos a nuestra manera, tocando acordes prohibidos con gaitas prohibidas... para lo cual, sacamos un nuevo “Antídoto” a toda prisa (y ya van siete) dedicado precisamente a la hecatombe que se nos viene encima. Pero como bien digo en él, ni mucho menos me rindo, y ya estoy en negociaciones con Gotham (la tienda de comics, no la ciudad de Batman) para poder tenerlo allí, y supongo que esa será su nueva ubicación, tanto del orinal con los fanzines como del “cerdito mucho mejor”...
Para ello (otra vez), me he leído un nuevo Star Books, por supuesto... siendo esta vez nada menos que el número 1 de la colección, el famoso “En la Carretera” de Jack Kerouac, en su primera edición en España. Es más que difícil conseguir un ejemplar (en iberlibro hay un par, cuyo precio asciende a unos 200 euros cada uno), y yo tuve la grandísima suerte de trastear un día por la página y encontrarme con uno recién colgado al precio de 20 euros: el librero en cuestión me especificó que estaba firmado (diría yo que por un tal “Llanos”, constando el año 75’, y a él o a ella le doy las gracias efusivamente), a lo cual yo contesté que como si estaba firmado en cada página... y la verdad es que me sorprendió ver no sólo su buena calidad, sino que está forradito con plástico y todo.
En cuanto al contenido del libro (que aunque parezca extraño, jamás me había leído antes), poco puedo decir yo que no se haya dicho ya (y más hoy día, cuando incluso se ha editado el rollo original con los nombres sin cambiar). Personalmente, me ha gustado (aunque a medida que lo iba leyendo me iba dando cuenta de que me hubiese gustado mucho más leerlo con diez años menos), es interesante ver el relato de carretera y pensar que fue el primero, el principio de algo verdaderamente distinto (aunque aun así, es bien difícil saber por qué demonios pudo estar censurada una obra semejante)... aunque a veces es un tanto pesado, todo hay que decirlo.
Lo más curioso de esta edición es sin duda que es la única española con el título correctamente traducido, porque desde luego, de ninguna manera podemos hablar de que “On the road” signifique “En el camino” y no “En la carretera”, y menos en este contexto (y por supuesto la portada de Shelton, aunque no sé si será un dibujo original del todo).
En fin, larga vida al Valhalla... y nosotros, seguiremos con nuestras locuras.
2 comentarios:
Yo no iba mucho por el Valhalla porque cada vez que lo pisaba salía del local mastuerzo perdido... Uno tiene una edad y no conviene abusar de según qué cosas (marditos triglicéridos)
Aún así lo lamento. Un sitio en el que tienen un poster de Conan y otro de Excalibur tiene que ser bueno por cojones.
Otra cosa. Ya sé que desvirtúa el espírito del fanzine pero te podrías colgar, a modo de retrospectiva, los PDF de Antídoto.
Un saludo
Suscribo lo de mastuerzo (porque a mí también me ha pasado, claro, no porque le considere a vd. un ídem), y también las lamentaciones: echaré de menos semejante sitio, puedo jurarlo...
Pero en cuanto a los PDF... eso sí que no, en absoluto: estaría vendiéndome al sistema, y desvirtuaría completamente el asunto, como bien dice vuesa merced. Además, si hago el “Antídoto” en papel es precisamente porque escribo cosas que no me interesa que lea todo el mundo, jejejejejejejeje...
Saludos para vd. también, amigo mío.
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