A pesar de que últimamente la economía va fatal (tendría que ponerle un candado al Cerdico, y la verdad es que me da palo... así que estoy pensando seriamente en algún sistema de suscripción), yo sigo insistiendo. Más que nada, porque me gusta y me divierte... y también, qué demonios, porque tengo que seguir leyéndome los Star Books, y así al menos puedo hacer trampa con lo de este año de tan magras lecturas.
Aunque a pesar de todo, también tardo lo mío en leerlos... sobre todo porque cuando he acabado uno estoy obligado a sacar un nuevo número del fanzine (así soy yo, y así son mis locuras). Esta vez, me decidí nada menos que por el 37, es decir, el último de la colección, que adquirí de casualidad (y a un precio bastante elevado) en una librería que lo ofertaba junto a otros dos de la colección que yo ya tenía: el vendedor me deshizo el lote muy amablemente, y yo pagué 19’50 € (gastos incluidos) porque digamos que es bastante complicado de encontrar...
Me apetecía sobremanera leerme “Basketball Diary” (es el título original, y el de este volumen: más tarde, por aquello de la película, se reeditó como “Diario de un Rebelde”) de Jim Carroll, el poeta punk (que por cierto falleció hace bien poco, y a quien la gran Patti Smith dedicó nada menos que una versión de su “People who died” en el concierto de este verano). No sospechaba cuánto iba a gustarme y cuánto iba a reírme con las locuras de este chaval newyorkino que se mete en drogras y sexo y cosas violentas difíciles de contar, al tiempo que lo narra todo con una maestría y un buen hacer deliciosos. Todo un beatnick en potencia, aunque él no lo supiese siquiera...
La portada, desde luego, es todo un poema... Qué tiempos aquellos, en los que un editor se atrevía a publicar algo semejante.
2 comentarios:
veo que te llamas Hazael nuestros nombres han de sonar iguales pero se escriben diferente el mio es Asael pero bueno esto no viene al caso, vos sabés que quiero leer el libro, pero no lo he podido conseguir pero como vos lo tenes me he visto en la necesidad de pedirtelo si lo puedes compartir.....
Desconocido amigo (y curioso nombre el tuyo, ciertamente):
Encantado con tu comentario, pero lamentablemente, mi política personal es la de no prestar libros a nadie (debido sobre todo a los que me han ido faltando a lo largo de los años por dicho motivo). Te insto a que lo busques on-line, ya que me consta su existencia.
Un saludo.
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