Ya se sabe que ya no voy a exposiciones tanto como lo hacía antes... pero en esta ocasión, hubiese sido una pena demasiado grande el resistirme a ella: hasta el próximo 7 de noviembre se puede disfrutar en el palmesano Casal Solleric de la retrospectiva dedicada a un genio del cómic como Wallace Wood, a quien conocerán muchos más de los que creen (de hecho, mientras admirábamos los originales, mi propio padre se sorprendió de la cantidad de historias suyas que había leído).
Somos muchos los que descubrimos a Wood hace años en viejos Tótem y revistas similares, y fuimos muchos los que disfrutamos de ese erotismo ingenuo de Sally Forth y que envidiamos a Q. P. Dahl por poder proveerse de semejantes flotadores para salvarse de un naufragio... así que ver ahora todos estos originales de cómic, es ciertamente un placer. Y a pesar de sus inolvidables monstruos y superhéroes y caos espaciales, conviene desde luego no olvidarse de la sala “sólo para adultos”, que contiene sin duda las obras más cachondas de este incomparable artista.
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