Ahora,
después de haber adquirido “Las Alcobas del Silencio” (el número 2 de la
colección “La Fuente de Jade”, siempre según la numeración personal) y de
haberlo leído, reitero mi opinión sobre el escurridizo Antoine Mantegna (del
cual parece que nada se sabe), porque la presente es otra historia que adolece
de lo mismo, arrancando más o menos bien pero perdiéndose en recovecos de
amores dolores sufrimientos pérdidas venganzas pasiones llevadas al extremo
blablá que, a la hora de la verdad, cansa un poquito y aburre un poquito más.
Por supuesto, no sería justo decir que el libro es malo, pero tampoco sería
justo recomendarlo como una obra fuera de serie, sobre todo cuando se pasa del
cierto interés que despiertan los primeros capítulos hasta el manifiesto
desinterés de una historia que decae notablemente...
En fin,
que a la colección va, y que a pesar de todo lo que dicen sobre el escritor, ni
mucho menos es para tanto. Continuaremos devorando volúmenes, y relegaremos su
nombre al océano de los curiosos.
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