Como diría Jodorowsky, el universo entero conspira para que
las cosas salgan de la mejor manera posible... Un día de enero me encontré con
uno de los muchísimos mails que me mandan de publicidad hablando de este libro
y de este autor, de los asuntos relacionados con la epigenética y con sus
teorías científicas acerca de la biología de la creencia y de la necesidad de
cooperación... y mira por dónde que me impresionó lo suficiente (cosa que no
ocurre prácticamente nunca, y menos con esta clase de títulos) como para
pedirle a my dear Johanna que me regalase este título por San Valentín, ya que
me parecía de lo más apropiado. Y me lo leí de inmediato, y lo disfruté, y el
tiempo fue pasando... y por eso ahora he decidido volver a leerlo antes de
comentarlo por fin.
Las teorías del dr. Lipton son, cuanto menos, interesantes,
ya que explican cómo las células madre evolucionan hacia una u otra materia
dependiendo de las circunstancias ambientales. Es decir, que la genética
condiciona, pero condiciona más aún la epigenética, es decir, lo que nosotros
podamos poner encima de la genética (léase actitud). Y eso, aplicado al mundo
de las relaciones amorosas, da como resultado un libro que más allá de tópicos
típicos ofrece unos cuantos puntos de vista interesantes, relacionados con lo
que podemos hacer o dejar de hacer para que las cosas también vayan de la mejor
forma posible en el complicadísimo mundo de las relaciones de pareja. Y además,
es ameno, es divertido, y no es nada sectario. Sinceramente, una de esas
lecturas que recomendaría a todo el mundo, porque estoy seguro de que sacarán
algo de ella... Por mi parte, ganas tengo de leer más cosas de este hombre, sin
duda.
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