Hacía
tiempo que había empezado con él, y curiosamente, ha resultado ser de los que
mejoran (y mucho) conforme avanzan las páginas. Agradecidos tenemos que estar
al sr. Flood por semejante esfuerzo, que sintetiza informaciones más o menos
dispersas, enseñándonos que a) el tantrismo que nos interesa es el denominado
Saiva (colóquese un acento sobre la S); b) que los rituales son interesantes
así descritos pero absolutamente imposibles de aprender por dichos medios; y c)
que como bien dice él, los textos tántricos (en general) no son un conjunto de
doctrinas que seguir ciegamente, sino una especie de interpretación de uno para
ayudar a la interpretación del otro. Como bien decía William S. Burroughs,
“palabras para el que sabe”.
Lástima
de lo áridas de las explicaciones, los desgastes (justificados, eso sí) de sus
desvelos, y sus teorías en absoluto interesantes, pero así es la palabra
escrita en general y la universitaria occidental en particular. Es muy
recomendable, al mismo tiempo que es muy prescindible.
“Así
pues, en la creación inferior, las almas tienen cuerpos hechos de “maya” con el
fin de poder experimentar los mundos. Sin un cuerpo, el mundo no puede ser
experimentado y no se puede alcanzar la liberación; sólo a través del cuerpo se
experimenta el mundo y sólo a través de un cuerpo se alcanza la liberación. En
cierto sentido, el universo es simplemente el juego y la danza de “Siva”, pero
en otro sentido, es la manifestación de su gracia que permite a las almas sin
principio alcanzar la libertad.”
Y
mientras tanto, nosotros seguimos preguntándonos lo de siempre.
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