De nuevo, una resaca la mar de rica... aunque resaca, al fin y al cabo.
Lo de Sant Sebastià se está convirtiendo en una costumbre pero que muy, muy sana: juerga, excesos, resaca posterior... y buena, buenísima música. En este caso, lo descubrió Adrià, y la verdad es que a pesar de que yo no le conocía como tal, en cuanto me habló de él y me hizo escuchar un par de canciones, ya sabía a quién se estaba refiriendo...
Lo que no me imaginaba (ni de lejos) era que el concierto fuese a gustarme tanto: Ray Gelato, con su voz de crooner y su orquesta tan maravillosa, tocando como los ángeles canciones que son tan y tan queridas a nuestro grupo de amigos. Sólo por ver aquel brillo en los ojos de muchos de ellos, el concierto ya valió la pena... pero es que además, el señor Gelato es todo un genio, y un genio de la magia: a veces, cerrabas los ojos y parecía que estabas escuchando al mismísimo Frank Sinatra...
Misterios de la vida nos dejan con la duda de por qué había tan poca gente frente a la Lonja (así son las cosas, así es la vida). Pero estábamos los que teníamos que estar, desde luego... y la noche, como tantas otras veces, fue irrepetible.
I’m just a gigoló...
PD: no, este no fue nuestro concierto, y el tipo estaba más mayor... pero eso era lo de menos, pueden creerme.
2 comentarios:
Háza no te quejes que esos conciertos en los que hay "cuatro gatos" son los mejores.......
De esos que, bueno ya que está pagado (y hemos venido...) pues vamos a tocar, así como en familia... Espectacular!!!
Calla calla, Ginés, que no sabes lo que os perdisteis! Absolutamente espectacular, como bien dices!!! Y a ver si os animáis la próxima vez, leñe...
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