Cerraremos el mes, como siempre, colgando las dos columnas que salieron publicadas en el mes de marzo. Lamentablemente, tampoco salió nada firmado por mí en el “Diari de Balears”...
-“Happy Sex”: jueves, 3 de marzo de 2011.
Quizás tenga yo parte de culpa, pero hacía mucho tiempo que no me reía de verdad con una obra que satiriza el mundo del Eros. Quizás tenga yo parte de culpa, pero es que nunca me han gustado las sátiras que, en lugar de ser valientes y atrevidas, o deliciosamente irreverentes, resultan por el contrario no ya cansinas y repetitivas (después de todo, la originalidad es un bien escaso y difícil), sino, peor aún, “infantiles” en el sentido más peyorativo de la palabra (es decir, pueriles). Quizás tenga yo parte de culpa, pero cada vez que leo a personas que escriben líneas en folios (o que abren sus bocas en programas de televisión) refiriéndose a cosas que tienen que ver con el sexo, e intentando además resultar graciosos con ello, no puedo evitar un profundo suspiro y pensar que quizás yo también me reía de semejantes chistes picarones y subidos de tono y no aptos para todos los públicos... precisamente, cuando estaba en el jardín de infancia (y tal vez ni siquiera).
Por eso, prefiero evitar esas temáticas, y por eso, me alegro muy mucho que el gran Zep (el genio francés creador del encantador personaje Titeuf, quien precisamente batió todos los récords de ventas con el magnífico cómic didáctico “La Guía Sexual de Titeuf”, orientado a un público infantil, que no pueril) me haya devuelto la confianza con su “Happy Sex”, un álbum de historietas cortas sensuales y eróticas que al mismo tiempo son divertidas y satíricas. ¿Y cómo lo ha hecho? Sencillamente, haciéndolo bien: partiendo de una visión adulta (y no pueril) de las relaciones íntimas entre adultos, para construir así toda una serie de esperpentos ácidos y picantes que nos harán sonrojar no por parecernos pueriles, sino precisamente porque en más de una ocasión nos veremos retratados en ellos... siempre que nuestra visión del Eros no sea la de un niño de tres años, y que sepamos reírnos de nosotros mismos, desde luego.
-“Rescatando a Billy Wilder”: viernes, 25 de marzo de 2011.
La verdad es que algunas veces la vida es sorprendente de verdad: después de indignarme hace pocas semanas con el flagrante y alevoso corte censor que La 2 de Televisión Española le había asestado a la magnífica película “¿Qué Ocurrió Entre Tu Padre y Mi Madre?” (o lo que es lo mismo, “Avanti!”, que el maestro Billy Wilder filmó en 1972), resulta que voy y me la vuelvo a encontrar haciendo zapping nada menos que en nuestro balear Canal 4. Y aparte de la lógica alegría, me quedé a verla también por la lógica curiosidad de saber qué pasaba con cierta escena en cuestión...
Así pues, estaba viéndola y disfrutándola, cuando de repente y sin avisar, los actores recuperan su voz original y su idioma original justo en el momento clave, mostrándome aquella escena que yo ya conocía (y un poco más tarde, otra que no recordaba), aunque por desgracia sin subtítulos que pudiesen dar una pista de la conversación que mantenían ambos protagonistas.
Digo yo que se deberá eso a aquella frase que aseguraba que no se puede tener todo en la vida... pero de todos modos, es de agradecer una iniciativa semejante. La vanidad hace que quien esto escribe haya pensado en la posibilidad de que alguno de los directivos de dicha cadena leyese mi columna y se indignase tanto como yo, decidiendo de esa forma rescatar lo que legítimamente pertenece a todos los espectadores... pero sea como haya sido, la decisión no solo de programar la película, sino de añadirle las imágenes mutiladas, sólo puede merecer una completa felicitación.
Y por cierto que es interesante señalar el curioso criterio de los censores en cuestión, porque ciertamente es un tanto estúpido quitar una escena de desnudos y dejar una película que es una clarísima apología del adulterio. Quizás el mensaje que deseaban transmitir es el de “adulterio, sí, pero sin senos femeninos ni nalgas masculinas, por favor...”
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