Personalmente hacía bastantes años que quería echarle el guante a este cuentecillo, después de haber hablado tanto de él con su autor, y de haber disfrutado como un loco de “Qui s’Apunta a Matar la Meva Mare” (es decir, “Quién se Apunta a Matar a mi Madre”, cautivador título donde los haya), tercera novela suya que fue la primera que yo leí y que me hizo revolcarme de risa sintiéndome más que identificado con tantas cosas.
Lógicamente, el presente es bastante más flojo, pero teniendo en cuenta que su autor lo escribió con quince años, hay que echarle un ojo benévolo y disfrutar así de la cáustica mordacidad que esconden algunos de sus diálogos y la radicalidad de sus propuestas. Es maravilloso que un libro tan trasgresor siga recomendándose como lectura de instituto...
Por lo demás, lo único que hace falta ahora es esperar a que su autor se decida de una vez a poner punto final a su nuevo trabajo literario, para poder disfrutarlo como se merece... y ahí queda eso.

No hay comentarios:
Publicar un comentario