De nuevo, la gran Patti Smith quiso visitar nuestra isla y ofrecernos un concierto... y de nuevo, tuve la suerte de poder asistir, recién llegado de Noruega. Lo que son las cosas: la primera vez que la vi, hace ya un par de años, fue justo el día antes de irme a Siria (con lo cual sólo pude ver uno de sus conciertos, además de ir a la rueda de prensa), y esta vez, fue justo el día después de volver...
Inolvidable, inútil cualquier cosa que pueda decir acerca de la enorme Patti. Un concierto memorable en un lugar memorable, con momentos increíbles (como cuando le grité “Wing!” y me miró, echándose a reír y moviendo las manos como si volase... y por cierto que la cantó) y canciones para el delirio. Fue un concierto muchísimo más personal que el anterior, donde no tocó ni un solo tema de “Twelve”, y sin embargo nos regaló una versión del “People who died” de Jim Carroll que ponía los pelos de punta... por no hablar de ese “Rock’n’Roll Níger” del final.
Y al día siguiente, a verla firmar en Literanta, que para algo acaba de sacar libro. Por mi parte, le llevé el “Land” que Johanna me regaló hace años, y su libro de poesía “Un Fuego de Origen Desconocido”, que tanto me ha acompañado a lo largo de mi vida. Total, la vez anterior ya me había firmado el “Horses” en vinilo, así que lo demás que me firmase esta vez iba a ser un extra...
En el concierto, nos dijo que cuando se hundía y deprimía, se acordaba de nosotros, y eso le daba fuerzas... Algunos, cuando estamos bajos, nos acordamos de ti, Patti, y eso también nos da fuerzas a nosotros. Vuelve pronto, guapa...
Qué hermoso queda así un disco que significa tanto y que me ha acompañado tanto...
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