Inolvidable, inútil cualquier cosa que pueda decir acerca de la enorme Patti. Un concierto memorable en un lugar memorable, con momentos increíbles (como cuando le grité “Wing!” y me miró, echándose a reír y moviendo las manos como si volase... y por cierto que la cantó) y canciones para el delirio. Fue un concierto muchísimo más personal que el anterior, donde no tocó ni un solo tema de “Twelve”, y sin embargo nos regaló una versión del “People who died” de Jim Carroll que ponía los pelos de punta... por no hablar de ese “Rock’n’Roll Níger” del final.
Y al día siguiente, a verla firmar en Literanta, que para algo acaba de sacar libro. Por mi parte, le llevé el “Land” que Johanna me regaló hace años, y su libro de poesía “Un Fuego de Origen Desconocido”, que tanto me ha acompañado a lo largo de mi vida. Total, la vez anterior ya me había firmado el “Horses” en vinilo, así que lo demás que me firmase esta vez iba a ser un extra...
En el concierto, nos dijo que cuando se hundía y deprimía, se acordaba de nosotros, y eso le daba fuerzas... Algunos, cuando estamos bajos, nos acordamos de ti, Patti, y eso también nos da fuerzas a nosotros. Vuelve pronto, guapa...

Qué hermoso queda así un disco que significa tanto y que me ha acompañado tanto...
No hay comentarios:
Publicar un comentario