Sin duda, la vida es absolutamente curiosa... pero lo único
que podemos hacer, con problemas de salud o sin ellos (esperamos y deseamos que
esos “problemas” sean simples “dificultades”, y que los nubarrones que se
ciernen en el horizonte desaparezcan ante la fuerza de los rayos del Sol), es
continuar adelante. A fin de cuentas, hoy es 11, la Fuerza, y fuerza es lo que
necesitamos en estos momentos, como no podía ser de otra manera.
Refugiarnos en el orden y en el concierto siempre ha sido
útil, hayámoslo creído nosotros o no, y eso es precisamente lo que hacemos,
pergeñando novedades, cosiendo viejos harapos que hace meses que planean por
nuestras múltiples mesas, y en definitiva, aprendiendo a vivir como héroes (“we
could be heroes, just for one day...”). ¿Lo conseguiremos? De nosotros
depende...
De momento, eso, cumplimos sueños, aplicamos recetas viejas
con condimentos nuevos para obtener otros sabores, y seguimos adelante,
esperando poder seguir adelante... pero por decisión propia, lo primero que he
decidido ha sido adelantar seis meses mis lecturas voluntarias de “La
Biblioteca Incontable” para la edición digital de “Sci-Fi World”, entre otras
cosas porque eso debe ser un placer, y no una obligación. El enlace a todos los
publicados hasta el momento, aquí:
http://scifiworld.es/home/libros/la-biblioteca-incontable
Y mientras tanto, no podemos decir que no cumplamos sueños,
precisamente, porque aquí estamos una vez más después de la Feria del Libro de
Madrid, donde las ventas han sido espectaculares, donde ahora ya empiezo a
tener lectores (“¿tú has escrito las Historias de la Tierra Incontable?”), y
donde por fin me siento como en casa, después de aquellos años en los que
paseaba frente a los puestos y me decía a mí mismo que algún día estaría allí,
firmando. Le debo tanto a mi editor y amigo, Alberto Santos, y a todo su
maravilloso equipo, que ni siquiera puedo creérmelo...
Y ahora, a ver cómo sigue deslizándose este atípico julio.
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