Curiosa, sin duda, la historia del presente libro, que es
una de mis últimas lecturas y realizada de casualidad. Resulta que el amigo
Pako Jeremy se lo había comprado y se había enterado de que este buen señor
estaría firmando un día en la madrileña Feria del Libro, un día que yo también
estaba y me venía bien pasarme por su caseta (que todo tiene que coincidir bien
en un lugar así, porque si no, mal vamos). Y yo le dije que haría lo que
pudiese, a ver si podía cumplir el encargo... que mira por dónde, sí cumplí. Es
una pena que el hombre esté ya tan mayor y casi no oiga, porque me habría
encantado charlar con él acerca de su libro y de las aventuras que en él se
narran.
Porque, por supuesto, llevaba lectura para el viaje, pero
fijándome en él, y como quien no quiere la cosa, pues empecé a leerlo a ver qué
tal, y como se deja leer con mucha facilidad, pues seguí con él hasta
terminarlo, disfrutando muy mucho con sus anécdotas de juventud (sin duda, los
encuentros con Fellini son de lo más sabroso), observando lo complicada que
siempre ha sido la vida del cineasta, maravillándome con los avatares de aquel
incipiente “destape” (lo de “La Trastienda” daría sin duda para una columna), y
disfrutando con la historia de un hombre cuya obra fílmica tampoco es que me
llame demasiado la atención (vi hace tiempo “No Profanar el Sueño de los
Muertos”, y la verdad es que no me pareció gran cosa), pero que sin duda está
bien conocer de primera mano. Un libro muy entretenido y muy recomendable, sí
señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario