Esto de no tener demasiados seguidores fieles del blog (y que conste que lo digo sin inquina y sin ánimo de ofender, porque siempre tuve más que claro que esto lo hacía porque me gustaba a mí, y quien quisiese, estaba invitado a la fiesta) me permite descuidarme un poco en los deberes incluso mensuales, lo cual, por otro lado, hace que aumenten exponencialmente los asuntos que incluir aquí... Así que, como siempre, se hará lo que se pueda, ahora que parece que este julio que hoy descorchamos se presenta a priori más tranquilo que su hermano.
Pero es que, la verdad sea dicha, no puedo quejarme de ninguna de las maneras, porque todo el trabajo que he tenido (y que sigo teniendo, y que dure) está directamente relacionado con la última de mis novelas publicadas, cuyo título final es “Historias de la Tierra Incontable. Círculo Primero: El Despertar”. Todos aquellos que me conocen bien saben lo muy importante que es para mí todo este asunto, y que un libro mío tan personal haya visto la luz (y la haya visto tan bien) es sin duda motivo de amplio regocijo.
Y de momento, el saldo no puede ser más positivo: 120 ejemplares vendidos en la pasada Feria del Libro de Madrid, una veintena larga en la presentación que hicimos en Palma, en Literanta, el pasado 22 (por aquello de acercarlo a una fecha mágica como San Juan), y lo último, una firma ayer en la barcelonesa librería Gigamesh, donde se vendieron unos cuantos más (qué tiempos aquellos en los que yo iba allí en plan friki: ¿realmente llegué a imaginarme, mientras revolvía aquellos cajones de cómics, que algún día iba a estar firmando allí mismo ejemplares de mis libros? ¿O que un chico aficionado vendría a decirme que “La Muerte Negra” y el “Quijote Z” le han gustado mucho?). Y ahora, próximamente y en este mismo mes, a Avilés, nada menos, a continuar con la promoción: las cosas, desde luego, no pueden ir mejor...
Ven, verano, que te echábamos de menos no sabes cuánto...
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