Sin embargo, el primero de ellos no es exactamente una compra, sino una cesión: la firma posterior (que aquí reproduzco tapada por aquello de los datos personales) es la de mi padre, y como a él hace ya mucho que no le interesan estas cosas (puesto que es bien seguro que lo adquirió en sus años mozos), pues lo he heredado yo (como bastantes otros que ya irán apareciendo por aquí, siendo este el último de la pila en mi orden particular). Como se puede ver, es nada menos que “Teenage rampage”, del curioso grupo The Sweet (con una historia bien rocambolesca detrás, por cierto), del cual yo ya conocía “The ballroom blitz” de hacía mucho tiempo (de cuando Juan Antonio y yo nos intercambiábamos conocimientos musicales). Canción curiosa donde las haya, y vídeo musical de los sosos, aquí:
Sin duda, eran un grupo colorista en todos los sentidos, y estas dos canciones son buena prueba de ello. Me quedaría sin embargo con “The ballroom blitz” antes que con esta (que además de ser una gran canción, me trae muy buenos recuerdos), pero a caballo regalado, no le haremos ascos, por supuesto.
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