Lo
dicho, Cash Converters está llenándome la vida de cosas la mar de curiosas...
Resulta que hace muchísimos años mi señor padre me regaló esta colección
íntegra de “Viajes Extraordinarios” de Jules Verne (nunca me ha gustado cambiar
nombre en función del idioma) que me leí hace ahora unos diez, y mira por dónde
que de casualidad me encuentro con todos estos tomos que se publicaron más
adelante pero con una encuadernación idéntica. Y ahora que vuelvo a tener de
forma definitiva todos los tomos de mi infancia con vistas a llevármelos a mi
casa astur, adquiero los presentes con intención de leerlos (siempre he sido
fan declarado del autor), y por supuesto de completar mi colección a mi propia
manera, que para eso soy coleccionista...
La
presente no la había leído nunca (el nombre del traductor no figura, por
cierto), y siendo de las menos conocidas para el gran público, tampoco esperaba
demasiadas sorpresas... Y ciertamente, no las he tenido: un argumento parecido
a “Veinte Mil Leguas de Viaje Submarino” pero esta vez ambientado en el aire y
en la lucha entre globos aerostáticos versus aeroplanos, tan del gusto de la
época, y que a mí personalmente me dice tan poco (aunque reconozco que la
imaginación del autor me ha sorprendido incluso a mí, con ese “Albatros” tan
peculiar). Siempre es agradable leer a Verne y repasar sus filias y fobias,
pero la presente no es de mis favoritas, precisamente, así que pasa a engrosar
la colección como curiosidad. A ver qué tal las que quedan pendientes...
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