El presente estudio no es ni mucho menos la obra definitiva, aunque tampoco lo pretende... pero es que, teniendo en cuenta que debe ser el único que existe al respecto, se lee con ganas y del tirón, y se agradece tanto el impresionante trabajo realizado como la cronología de las historias y las aclaraciones historiográficas al respecto (como algunos de los apócrifos, llevándonos sorpresas desagradables al respecto... ¡resulta que “La Secta del Zum-Bhao”, que tanto me gusta, no es suyo!). Claro que, si éste fuese un país como dios manda, habría una docena larga de ensayos entre los que escoger, por no hablar de biografías u otras cosas igual de interesantes referentes al tema. Hoy por hoy, pues eso, disfrutamos del presente, y por supuesto, disfrutamos de Ibáñez... y quienes conocemos su obra, le veneramos tal y como se merece.
Por cierto que me ha hecho gracia la referencia a la película, entre otras cosas, porque en ella actúa de extra un servidor (y no, no se me ve por ningún lado). Qué momentos aquellos, en el patio de la Universidad Laboral de Gijón, gritando “Herrunter Bruteztrausen”!!!
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