Un single más, esta vez de una artista que no me entusiasma pero que tampoco me deja indiferente: le reconozco a Madonna todos y cada uno de sus méritos, y por eso, cuando vi este disquito abandonado a su suerte, no me resistí. La canción es una balada lenta del “True Blue” que, la verdad sea dicha, creo que no conocía... como tampoco conozco la película de la que se ven escenas en el vídeo musical de la época, con unos jovencísimos Sean Penn y Christopher Walken.
Y la canción en sí misma no es de las que me entusiasman, pero sin embargo, el single es uno de esos que merece la pena tener y conservar, ya que la cara B contiene una versión instrumental de 5’49’’ de duración que es verdaderamente preciosa. Siento decirlo, pero la verdad es que, en este caso, y una vez escuchadas ambas caras, la voz de Madonna está de más...
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