Así es: el próximo 18, 36 años, y siguiendo. Los 36 no son en sí mismos nada especial (como no sea porque son la primera edad después de pasar la especie de ecuador de los 35), así que los celebraremos como mejor sepamos, por aquello del qué dirán. Mejor cumplirlos que no no cumplirlos, después de todo...
Enero se ha llevado consigo los últimos restos de mi cursillo de literatura erótica, que fue bueno mientras duró. Los tiempos actuales son tiempos difíciles, y pocas son las luces que se ven al final de los túneles... pero bien saben los dioses que los túneles son muy largos o muy cortos dependiendo de los cristales con que se miran. Por el momento, y como bien dice Marina de Literanta, lo celebraremos con alguna bebida espiritosa...
Por el momento, y en espera de exámenes varios y comienzos del segundo cuatrimestre (que siempre es estimulante conocer a nuevos alumnos y volver a verles las caras a los viejos), concentrados seguimos en el que planeo sea el último de mis artículos comiqueros que sin duda alguna dará qué hablar. Eso, y artículos de cocina, esperando novedades...
Parece que, en estos momentos, “esperar” se ha convertido en una especie de consigna generalizada, personal y globalmente. ¿Será el momento de pasar del “indignaos” al “tomad el control”?
Aunque tomar el control nunca es fácil, desde luego... pero como lo importante siempre es y será divertirse, continuaremos con lo que podamos continuar, y al carajo la vela.
2 comentarios:
Felicidades por adelantado...es usted un muchacho.
Un abrazo.
Gracias por lo de las felicitaciones, y por lo de muchacho... aunque lo segundo sea mentira, jejejeeeee...
Un abrazo para vd. también, maese, y a ver cuándo volvemos a coincidir!!
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