Feliz Navidad, y esas cosas...
Esta vez, reconozco que la ausencia ha sido prolongada, porque los dos viajecitos que han salido de forma bastante inesperada han complicado un tanto el mes en lo que al blog se refiere... pero ya se sabe que así es la vida, y nosotros la vivimos como mejor podemos.
En la City, exposiciones a tutiplén, desde la National Gallery que nunca había visitado (alegrándonos la vista con las obras maestras de Velázquez, Vermeer, y demás) hasta el British Museum, pasando por la monográfica dedicada al grandísimo Leonardo da Vinci (nada menos que TRES horas de cola para conseguir la entrada, que sin duda valieron la pena aunque sólo fuese por ver ambas versiones de “La Virgen de las Rocas” una frente a otra). Hoy, aprovechando el más que necesario festivo, y entre otros trabajos varios (que falta hacían, y que falta siguen haciendo), me he dedicado a poner orden en el cuaderno de viaje y en los recuerdos que de allá me traje (entre los que sobresale un frasquito con agua del Támesis), que sin duda ya era tiempo...
Y a Madrid, pues a embeberme del ambiente navideño (belenes, villancicos cantados por coros en iglesias, porras con chocolate para desayunar, ríos de gente comprando, luces muy bonitas), a ver a la familia... y a cerrar negocios que muy, muy pronto, darán mucho, mucho, que hablar.
Mientras tanto, felices fiestas, y si pasean por la National Gallery pronto, no dejen de admirar esta obra maestra de Bronzino.
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