He hecho un pelín de trampa, pero así son estas cosas: es un préstamo de papá que ya había empezado el año pasado, y como ya decidí que los libros para el “Antídoto” no contaban en el cómputo de lecturas, decidí incluir el presente aprovechándolo para inspirarme y hacerle al bueno de Hank un homenaje escatológico, que aparecerá en el próximo número nueve, de pronta publicación...
Nunca me he metido a fondo con Bukowski, porque en mi etapa beat no me dio mucho por él (aunque llegué a leerme “Pulp”, pero en aquel momento no me pareció gran cosa). Sin embargo, he disfrutado bastante con el presente, porque a pesar de ser una antología tan variada y llena de cosas de diversas calidades, hay fragmentos verdaderamente magníficos (y que me hacen pensar que “Escritos de un Viejo Indecente” debe de ser sublime), y aunque a veces cansa un poquito, otras te puedes reír sin parar, lo cual siempre se agradece. Como me dijo José Luis Sampedro, la autenticidad no es buena en sí misma, pero sí que es un valor añadido... y Hank es bastante auténtico, cómo no.
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