Bueno, supongo que es hora de volver, si las tecnologías nos dejan...
Nadie que no lea este blog deja de saber lo que me ha pasado y dejado de pasar, pero después de todo este tiempo y de todas estas vivencias y de todas estas reflexiones, no dejo de darme cuenta de que ordenar es algo que me gusta, y que además es más que necesario en momentos tan caóticos como estos, así que aquí estamos, contribuyendo a la causa, además de pensar sinceramente que hay unas cuantas entradas que merece la pena compartir. Hay mucho trabajo detrás de todo esto, muchos años de luchas y de cuadernos manuscritos, mucho sudor y muchas ganas de compartir... así que, como he dicho ya, aquí estamos.
¿Y ahora, qué, podría preguntarse alguien? Pues ahora, a seguir, porque no queda otra, y porque es entretenido. Trabajo con un ordenador, escribo con el otro, pongo orden y más orden y más orden, elimino tareas y esfuerzos suplementarios, compongo todos los asuntos lo mejor que puedo... y hago lo que tengo que hacer, nada más, ni nada menos.
Así pues, ven, verano, ya que acabas de llegar, y disfrutémoste todo lo que no pudimos disfrutarte hace un año, y disfrutémoste de otra manera, como mejor sepamos, como mejor podamos, porque sea como fuere y sin que podamos hacer nada más que vivir, eres el fin de una época y pienso aprovecharte tanto como lo hice este pasado San Juan, en la playa, con viejos amigos que siguen siendo buenos y viejas vibraciones que siguen siendo buenas, para nuestra propia fortuna. Y a seguir, qué duda cabe...
Así que me voy a nadar, y a continuar con lo mío, que sin duda es lo único que se puede hacer.
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