De acuerdo, el asunto no es muy original que digamos... pero
precisamente ahora que hemos cumplido con las pertinentes tradiciones para bien
y para mal (es decir, las uvas, el brindis en el balcón, el deseíllo de cada
año, los fuegos artificiales, el desayuno en el Cappuccino, el concierto de Año
Nuevo nada menos que con Barenboim...), estaba preguntándome yo si había algún
propósito, por aquello de descorchar el calendario. Y tampoco es que haya
llegado a conclusiones muy originales, precisamente.
Lo primero debería ser acabar el máster y continuar con el
inglés (no sé si aprobarlo, porque lo que me interesa es aprender, y este año
no puedo dedicarle tanto tiempo como desearía), y eso sin hablar de empezar por
fin con el doctorado...
Lo segundo, recuperar cosas (entre ellas, unas cuantas
ilusiones), y hablando de cosas, gastar menos en ellas y vender más, que para
eso estamos en crisis y hay que mirar los duros y las pesetas (y los muchísimos
volúmenes pendientes).
Y lo tercero, que no último ni mucho menos, continuar con la
fantasía desde la escritura y también por supuesto desde la lectura, con todos
esos libros que van cayendo a buen ritmo para ser reseñados en la página de
“Sci-Fi World”, lo cual es todo un disfrute. Cerramos el año nada menos que con
17 reseñas (una cada semana de forma religiosa, desde que la remodelación de la
página arrancó por fin), que se pueden consultar aquí:
http://www.scifiworld.es/home/libros/la-biblioteca-incontable
Y eso, por supuesto, sin olvidar escribir otro libro más que
tengo en mente hace ya mucho tiempo, y que espero dé mucho que hablar.
Aunque a fin de cuentas, lo más importante siempre es
disfrutar, así que a ello.
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