He aquí otro de los volúmenes de “La Fuente de Jade” (el
número 33, según mi lista), del que por supuesto no sabía nada y que también
adquirí por su módico precio... Y menos mal, porque la verdad es que el
presente es de los que sonrojan, pero no en el buen sentido de la palabra. Una
historia chusca a más no poder, que intenta ser divertida sin conseguirlo,
hispánica hasta en sus detalles más escabrosos, y en definitiva, no ya
prescindible, sino olvidable del todo y que jamás hubiera llegado a leer si no
hubiera estado en la colección.
Eso sí, curiosa es desde luego su utilidad como monumento
histórico, ya que habla de una época felizmente superada (es decir, aquellos
años 90’ donde los revolucionarios de los 70’ eran treintañeros y cuarentones
frígidos que hablaban de glorias pasadas y de una revolución que no llegó a ser
tal) que hoy se puede mirar con el desdén de quienes nacimos más allá de
transiciones y tenemos la suficiente perspectiva histórica como para saber que
ni mucho menos fue oro todo lo que relucía ni cuando ellos eran jóvenes ni
cuando eran ya viejas glorias. Y encima, sin la mínima gracia erótica o picante
que se le pide a un libro catalogado como tal. En fin, que si hay un libro de
esta colección al que definitivamente no merece la pena prestar atención, es
este.
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