El té es toda una filosofía, y en mi caso particular, una especie de adicción placentera a la que no pienso renunciar: recuerdo que empecé a consumirlo cuando tenía 18 ó 19 años, en una de las reuniones de ABABS, porque todo el ritual de sofisticación me parecía atractivo... Fue el principio de una serie de experiencias inolvidables (hoy, lo que más me gusta no es el ritual, sino el sabor y las variedades) y el inicio de una de mis colecciones más particulares, tanto que nunca jamás he encontrado a alguien que lo haga... La imagen habla por sí sola:
Tal vez a primera vista parezca una tontería, pero puedo asegurar que es una colección de lo más vistosa: a las distintas tipologías (las hay de cartón duro o de papel más blando, sujetas con grapas o con una tira adhesiva) y clases del té como tal (earl grey, english breakfast, ceylon, puh ert, darjeeling) y tipos (tengo hasta una de un té de California, el único cultivado en América... aunque la verdad es que recuerdo que no era gran cosa), se unen cosas como las que incluyen frases célebres o sentencias filosóficas, las que están escritas en otros idiomas (como el árabe o el ruso), las que llevan cenefas recargadas o son lo más simple del mundo (incluso tengo una completamente blanca, que me vino con un té japonés), o sorpresas como un té de Hungría llamado TeaHaz (¡en serio!). Y verla clasificada así, igual que si fuesen sellos, crea un efecto estético de lo más curioso...
Hoy he colocado unas cuantas más, después de semanas enteras de consumir todo tipo de bolsitas que habían salido principalmente de mi amiga Betty, una de esas personas entusiastas que cuando se enteró de mi afición apareció al día siguiente con al menos cuarenta tipos distintos de bolsas de té, del hotel en el que trabaja. Y a eso se suma la visita a Indonesia del pasado abril (donde sí, pude pasearme por una plantación de té en la isla de Java y recogerlo, aunque se me pudrió por meterlo en plástico, listo de mí...) donde compré un verdadero cargamento, y la visita a Londres de julio donde compré otro más (para mi deleite, descubrí que en la tienda Twinnings que hay junto a Fleet Street vendían bolsitas sueltas de distintos tipos a 15 pennies cada una... y por supuesto me llevé una de cada, entre otras cosas). Así pues, té y más té... aunque ahora que ya he ido liquidando cosillas de esas también, ya puedo concentrarme en disfrutarlo tipo por tipo e ir deleitándome con las tazas de esta infusión tan especial.
Ah, y si alguien comparte la afición, que me lo diga: estaría encantado de intercambiar experiencias relacionadas con la materia...
1 comentario:
Semolina Pilchard, climbing up the Eiffel Tower.
Elementary penguin singing Hare Krishna.
Man, you should have seen them kicking Edgar Allan Poe.
I am the eggman, they are the eggmen, I am the walrus
:D
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